De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se registran a nivel global cerca de 1 millón de casos de cáncer colo-rectal. Esta enfermedad se asocia con el consumo excesivo de grasas y la mínima ingesta de fibra. Según la OMS para el 2020 los casos de cáncer colo-rectal se duplicarán.
La vida sedentaria que regularmente produce obesidad representa un factor de riesgo que facilita la aparición de esta enfermedad, por esto, la OMS y las distintas instituciones de salud a nivel mundial hacen un llamado a la población para que modifique sus hábitos alimenticios, redcuciendo el consumo de grasas, refrescos y comida procesada, y aumentando los alimentos ricos en fibra como frutas, verduras y cereales. Asimismo, la práctica regular de ejercicio ayuda a mantener un control de peso para evitar la obesidad.
Algunos síntomas de esta enfermedad son expulsión de sangre por el recto y estreñimiento. En el 95% de los casos, las edades en las que se registra el cáncer colo-rectal van de los 45 años en adelante. Sin embargo, en los casos heredo-familiares se puede presentar ese cáncer antes de los 45 años.
El cáncer colo-rectal, al igual que el de mama o el cervicouterino, si se detecta a tiempo pueden tomarse las medidas necesarias, como una cirugía, sin embargo, cuando ya ha avanzado demasiado se debe recurrir a la radioterapia o quimioterapia y, en muchas ocasiones, el paciente en esta etapa de la enfermedad pierde la vida.