Dolores Hidalgo, GTO.- La tierra donde Miguel Hidalgo sonó las campanas para una insurrección autonomista promonárquica que derivó en la independencia de México fue el escenario del primer mitin de campaña de Alma Alcaraz, candidata de la coalición “Sigamos haciendo historia”.
Banderas del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y Partido del Trabajo (PT) fueron ondeadas cuando su candidata dijo que “ha llegado el momento de la nueva independencia de Guanajuato”.
En el arranque de la campaña a la gubernatura de Guanajuato de una exdiputada panista que solicitó licencia como legisladora local morenista para ser candidata, precisó que era tiempo de “la independencia de un modelo económico fallido, basado en la desigualdad y bajos salarios, que construye el progreso de unos pocos sobre la miseria y la pobreza de muchos”.
De un modelo político caduco, prosiguió, que prometió sacar al PRI de las instituciones y hoy se alían con ellos para perpetuarse en el poder otros 35 años más.
Y en su mensaje contra el gobierno panista apareció el tema que la ha acompañado en su vida política en la entidad: su cuestionado Carlos Zamaparripa:
“La independencia de un modelo de seguridad fracasado y secuestrado por un fiscal cuyo legado ha sido acabar con la paz y la tranquilidad de las familias de Guanajuato; el Alma de los Guanajuatenses, es buena, pero los gobiernos del PRIAN solo se han servido para ellos y ahora quieren imponer al fiscal carnal’ para continuar con su proyecto”.
Habló de malos gobiernos “que nos han traído tanta inseguridad y tanta desigualdad, donde pocos tienen mucho y muchos tienen muy poco”.
Y luego, hablar de la honestidad y la capacidad de transformación de Andrés Manuel López Obrador, pero sobre todo con Claudia Sheinbaum, “por su firmeza y sensibilidad, por sus resultados y su honestidad, por su visión y su amor al pueblo”.
El “¡Es un honor estar con Obrador!” se transformó en “¡Es un honor estar con Alma hoy!”. Ella prosiguía:
“Hoy es tiempo de mujeres, de mujeres independientes que vamos a cambiar a México y a Guanajuato”
Fueron unos dos mil, quizá tres mil. “Miles”, para no pelearse con las cifras. Arrancó al estilo de los partidos tradicionales, con traslados y mucha algarabía. Esto apenas comienza.