Invierno es la temporada del año en la que más enfermedades de vías respiratorias se registran, estas se deben a los cambios de temperatura.
Los pequeños del hogar son más propensos a que estas enfermedades los ataquen, pues aun su sistema inmunológico no ha madurado por lo que quedan expuesto que se enfermen gracias al viento, el frío y la lluvia.
Otro de los factores de que logran enfermar a las personas es el frio, pues gracias a este, los cilios (vellos de la nariz), pierden movilidad, lo que permite la entrada de microorganismos y estos a si vez penetran más profundamente en el organismo, además estos no pueden calentar el aire para que llegue a los pulmones a la temperatura adecuada.
Además a estos se les suma la contaminación domiciliaria, provocada por la falta de ventilación, permanecer en lugares cerrados en contacto con otros niños enfermos y los cambios bruscos de temperatura.
Las enfermedades más comunes en estas fechas son:
Gripa o resfriado común: Es una de las enfermedades más comunes en esta temporada, puede durar de tres a cinco días, sus síntomas son: congestión nasal, tos, estornudos, dolor de garganta, fiebre baja, escurrimiento nasal y dolores de cabeza.
Influenza: Comparte muchos síntomas con el resfriado común, pero más intensos, sin embargo, esta tiene un periodo de 10 días.
Neumonía: es una de las que causa mayores ingresos hospitalarios, esta puede ser causada por baterías y virus. Sus síntomas son: fiebre alta, dolor de espalda, tos con secreción, malestar generalizado y en algunas ocasiones dolor de cabeza.
Bronquitis: Consiste en la inflamación de la pared interna de los bronquios, conductos por los cuales pasa el aire, los síntomas de estos son: fiebre, tos persistente con expectoración, cansancio, decaimiento, dolor de pecho y dificultad para respirar.
Faringitis: Consiste en fuerte dolor de garganta, se caracteriza por enrojecimiento en el área de la garganta y llega a causar dolor al tragar. Sus síntomas son: dolor intenso de garganta acompañado por tos, fiebre, dolor de cabeza, muscular y articular y ganglios linfáticos inflamados en el cuello.
Se recomienda acudir al médico si se llegase a presentar alguno de los síntomas de estas enfermedades, pues no es muy recomendable auto medicarse.