Abasolo, Guanajuato.- Patricia Negrete, conocida como “Paty”, es la responsable del comedor comunitario de la parroquia de Nuestra Santísima Virgen de la Luz del municipio de Abasolo y forma parte del grupo “Caritas Parroquial”. Su compromiso se centra en recaudar fondos para ayudar a quienes más lo necesitan en la ciudad.
Hace algún tiempo, surgió la idea de establecer un dispensario médico con el apoyo del padre Jorge. Los medicamentos son donados por la comunidad y cuentan con la colaboración de médicos para brindar apoyo a personas de escasos recursos, explicó “Paty”.
“Paty” y todo su grupo parroquial salen a las calles para vender comida, organizar bazares, realizar tómbolas y cualquier otra actividad que genere ingresos. De esta manera, logran completar despensas, brindar apoyos económicos, medicamentos y preparar comida para quienes lo necesitan. El comedor comunitario recibe al menos 65 personas, y los grupos “Mano Amiga” y “Oración y Vida”, en ocasiones se unen para respaldar el liderazgo de Paty.
“Hacer todo esto es una gran alegría para mí. Es un orgullo que me hayan elegido para coordinar este grupo. Me encanta. Llevo más de 20 años en este grupo y tanto a mí como a todas mis compañeras nos gusta trabajar y sobretodo servir”, relató “Paty”. Destacó que dentro del grupo se viven momentos maravillosos y que el poder ayudar a quienes más lo necesitan nutre su corazón.
Patricia Negrete es un claro ejemplo del compromiso, demostrando que el trabajo en equipo y el servicio desinteresado pueden marcar una gran diferencia en la comunidad, brindando esperanza y apoyo a quienes más lo necesitan.
Atención médica al alcance de todos: La labor de la doctora Adriana en Abasolo
La doctora Adriana Macías Espinoza compartió la importancia que tiene para ella formar parte del grupo de “Caritas Parroquial”, ya que ha sido fundamental en su crecimiento personal y profesional.
“Somos conscientes de que muchas personas carecen de recursos, y siempre nos esforzamos por apoyarlos y proporcionarles los medicamentos que necesitan. Aunque a veces no contamos con el medicamento adecuado, hacemos todo lo posible para conseguirlo”, explicó Adriana.
Su compromiso con el grupo y su dedicación para ayudar a aquellos que más lo necesitan demuestran su vocación de servicio en Abasolo.
