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“Bigotes” el gato que apapachaba humanos

El gato que calificó tareas de alumnos del CBTis

Irapuato, Guanajuato.- Bigotes un gato peculiar, que jamás araño a un humano, y ayudó a alumnos del CBTis a sacar 10 en una tarea.

La historia de bigotes comenzó cuando fue puesto en adopción en una veterinaria, era un gato de aproximadamente un año y medio de edad, por ser un gato grande, las personas no se animaban a llevarlo a su casa.

Además, bigotes no tenía fácil la carrera por ser adoptado, ya que competía contra Limón, un gatito muy simpático de apenas un par de meses de edad; las personas que normalmente adoptan mascotas prefieren llevar cachorros qué animales mayores, por tanto, Bigotes se paseó varias semanas en la jaula de la veterinaria viendo como las personas preferían a Limón, lo cargaban lo acariciaban, lo mimaban y al pobre Bigotes simplemente lo despreciaban.

Un día andaban por la veterinaria, una señorita llamada Albania, la cual se animó a cargar a Bigotes, en ese momento el lazo afectivo que se dio entre ambos fue verdaderamente especial, sin embargo, la mamá de Albania, se resistió a adoptar al gato diciéndole “Albania no podemos tener más gatos ya tenemos dos”.

La mamá de Albania al ver la situación del pobre Bigotes intentó buscarle un dueño entre sus amigos, así que acompañó a uno de ellos para que lo viera en la veterinaria, pero al último momento la persona decidió no adoptarlo.

Albania no se podía quitar de la cabeza a Bigotes, así que insistió con su mamá para ir a visitarlo una vez más y le propuso lo siguiente “mamá es muy probable que Limón ya haya sido adoptado y estará Bigote solo, si es así lo traemos a casa, pero si Limón sigue ahí dejamos a ambos gatos a ver cuál es su destino” la mamá de Albania aceptó el reto y fueron nuevamente a visitar la veterinaria para ver a los gatos.

Efectivamente Limón había sido adoptado, Bigotes estaba solo ya en la jaula. En la veterinaria querían deshacerse ya de Bigotes; y le dijeron a la mamá de la señorita que: “mire normalmente pedimos a los dueños que van a adoptar a los gatos un costo de recuperación por la operación de esterilización que se le realizó de 700 pesos; pero, como es un gato ya grande, solamente le pedimos la mitad”. La madre no pudo resistirse más y adoptaron al gato.

Los primeros días del felino en su nueva casa se mostró como un gato muy amoroso, siempre buscaba tener contacto con las personas, era dócil, juguetón y sobre todo faldero, no se despegaba de las personas, sin embargo, a los otros gatos que vivían en esa casa los trataba muy mal, el periodo de adaptación fue complicado para los gatos, incluso la mamá de Albania pensó seriamente en deshacerse de Bigotes, pues le costaba mucho trabajo convivir con los otros felinos del hogar.

Varias personas que conocieron a Bigotes inmediatamente le ofrecieron asilo pues era un gato muy sociable con las personas, pero a pesar de que los tratos ya casi estaban cerrados, Albania se oponía y no dejaba que el gato se fuera a otra casa.

El gato sintiéndose ya seguro en su nueva casa, y sabiendo que ya no se iban a deshacer de él, comenzó con las diabluras; la primera y más memorable fue cuando una mañana al despertar la mamá de Albania, quién es maestra del CBTis, encontró una serie de papeles, como confetis, tirados alrededor de la mesa del comedor, no le tomó mucha importancia, sin embargo, momentos más tarde, se dio cuenta de que Bigotes se había comido las tareas de 50 alumnos y las había hecho añicos.

La maestra tuvo que explicar a sus alumnos que su gato era aficionado al papel, es decir, Bigotes comía papel, así que como consecuencia todos los alumnos obtuvieron un 10 en esa asignación, por supuesto que estaban muy contentos por la calificación obtenida gracias a felino y desde entonces fue la broma en ese grupo, porque cada vez que los alumnos entregaban una tarea a la maestra ellos decían ”maestra que esta tarea la califique Bigotes”.

Esa no fue la única hazaña del gato, meses después, escudriño un folder que estaba sobre la mesa del comedor llena de papeles inútiles, menos uno, que era la lista de asistencias y reportes de los alumnos de la maestra; no se sabe cómo, pero Bigotes de todos esos papeles solamente sacó la lista y efectivamente volvió a comérsela y hacerla confeti.

La maestra tuvo que explicar a sus superiores que no tenía registro de las faltas de sus alumnos debido a que su gato se había comido la lista.

Otra de sus peripecias es que el gato descubrió como escaparse de la casa, desde la ventana del baño en el segundo logró zafar el mosquitero y desde ahí escaparse a vagar por las inmediaciones de la casa por las noches; en la mañana el gato estaba echado debajo de una de un árbol, esperando a que Albania abriera la puerta de la casa y entrar a buscar el desayuno.

En una de esas ocasiones el gato no se levantó cuando Albania salía a la cochera lo que le pareció muy extraño porque el gato siempre se metía a la casa después de sus andanzas nocturnas. Albania lo tomó con cuidado y lo metió a la casa sin embargo el gato estaba muy incómodo triste y con síntomas de mucho dolor.

El gato había enfermado inmediatamente lo llevaron al médico el cual diagnosticó una obstrucción en las vías urinarias, no hubo nada más que hacer, la condición era tan severa que Bigotes terminó sus días debajo del árbol y siendo el gato consentido de algunos alumnos del CBTis, de Albania y de su mamá, pero sobre todo siendo el gato más amoroso con los humanos que lo conocieron.

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