Por Esaú González
Columna Editorial
Guanajuato, Guanajuato
El Partido Acción Nacional en Guanajuato es el único partido que al menos ha levantado la voz para exigir la llegada de combustibles a la entidad, pero cuando se ha tratado de violencia, pobreza, impunidad, corrupción, parece que están mudos.
Desde el interior del PAN Estatal, el exhorto a través de comunicados, tuits, ruedas de prensa y declaraciones, ha sido en contra de la estrategia “fallida” del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que al parecer tiene sumidos a varios estados en su movilidad y economía, pero que a la vez por el lado positivo al menos en Guanajuato se ha disminuido la violencia y los altos índices de contaminación por los que se atravesaban a raíz de no contar con gasolina.
Sin embargo pareciera ser un discurso de doble moral, porque resulta que anterior a este “conflicto” de falta de combustible, Guanajuato había terminado el año, siendo el estado o uno de los estados más violentos de México.
Con una incidencia alta con casos de presunta corrupción, impunidad, falta real de oportunidades, crecimiento parejo y homicidios algunos de ellos contra mujeres, pero ahí no pasaba absolutamente nada, por el contrario usaron la técnica llamada MUTIS, es decir, “en boca cerrada no entran moscas”.
Ahora los panistas levantan la voz, gritan, se enojan, patalean y hacen berrinche para que AMLO surta a Guanajuato con gasolina, aunque con ello se les haya olvidado que la mayoría de los guanajuatenses habían pedido seguridad, empleos bien pagados, infraestructura, cosa que iba o va ligada al mismo huachicol, situación que pone en evidencia que no estaban haciendo nada.
Por el contrario los del PRI, PVEM, Movimiento Ciudadano, PRD, de ellos ni siquiera se sabe que existan, por el contrario, al parecer solamente se han convertido en la nómina burguesa del estado, donde ni para levantar las voz se pudiera decir que sirven.
La dos veces diputada local, otras más diputada federal, Lorena Alfaro en su postura como panista