
Irapuato, Guanajuato.- Durante muchos años Nancy a trabajado con flores y ha habido clientes que le piden fabricar adornos muy peculiares, entre ellos uno en el cual le pidieron que llevara verduras y chiles para una mamá.
La florista del mercadito de la Oaxaca mencionó que ya tienen clientes que año con año van a buscar los arreglos que prepara especialmente para esta fecha, pues cuenta con una experiencia de 20 años en el oficio del arreglo de flores y sus clientes saben que ella está preparada para concretar la idea del ramo que cada cliente tiene y hacerlo una realidad.
“Yo comencé a trabajar las flores desde hace más de 20 años, pues siempre me gustaron las flores y las manualidades, aprendí el oficio de la floristería con don Raymundo originario de la ciudad de Puebla, después he tomado cursos de arreglos florales en la Ciudad de México y Cuernavaca, donde se encuentran excelentes floristas” comentó Nancy.
Sin embargo, hay clientes que son muy extravagantes y que siempre buscan hacer una diferencia con los adornos y le han pedido cosas muy raras, dentro de ellas, en un diez de mayo, se acercó un grupo de hermanos, ella los atendió de manera habitual, les mostro los diferentes arreglos, las flores que llevaba y los precios, pero ella observaba que entre ellos comentaban en voz baja algunas ideas, hasta que el mayor de ellos se decidió a comentarle lo siguiente:
“¿Puede usted prepararnos un adorno de flores verduras y chiles?”
Nancy abrió os ojos en señal de extrañeza y aceptó el trabajo, sin embargo, la curiosidad por saber el motivo por el cual le habían solicitado ese tipo de arreglo tan peculiar fue demasiada y le preguntó a los hermanos del porque regalar ese arreglo con esa combinación.
Los hermanos le dijeron que el obsequio era para su madre, la cual estaba convaleciente de una enfermedad y había perdido el animó, se encontraba decaída, se estaba “dejando morir”; así que entre todos los hermanos planearon hacerle este arreglo pues a ella le gustaba mucho cocinar y el motivo del arreglo era llevarle todos los implementos para que a través de lo que le gustaba tanto hacer que era cocinar, retomara el ánimo.
“El arreglo estaba constituido de la siguiente manera, en el centro de la canasta puse las flores que también servirían para cocinar, al rededor de ellas puse todas las verduras que me indicaron, calabazas, chayote, ejotes, entre otras; la última capa del arreglo estaba conformada por las más diversas frutas; lo que remataba en adorno era que en la agarradera de la canasta puse una variedad de chiles, como el manzano, de árbol, cascabel, chilaca, poblano, habanero” explicó la florista.
El último arreglo que construyó Nancy fue un ramo “buchón” que tenia al rededor de mil rosas, fue necesario subirlo a la camioneta entre cinco personas pues pesaba demasiado.
