México
Se cumplen 32 años de la muerte de una de las máximas leyendas de la lucha libre mexicana, Rodolfo Guzmán Huerta, mejor conocido como “El Santo”, quien además figuró como actor. El 5 de febrero de 1984 murió de un infarto de miocardio después de una actuación en el Teatro Blanquita.
“El Santo” nunca perdió su máscara plateada en combate y asimismo ante su mística y carisma, se creó el mito de que luchador jamás se quitaba su máscara. Se retiró de los encordados en 1982. A principios de los años 80, se presentó en el programa “Contrapunto” de Jacobo Zabludovsky, donde el presentador logró despojar de su máscara a “Santo”, aunque sólo mostró una pequeña parte de su rostro.
El 5 de febrero de 1984 murió de un infarto de miocardio después de una actuación en el Teatro Blanquita; este no era su primer infarto, ya que algunos años antes había sufrido uno mientras se desarrollaba una lucha en contra de los Misioneros de la Muerte. Al día siguiente fue sepultado en Mausoleos del Ángel ante 10 mil personas que fueron a despedirlo, así como varios luchadores, entre ellos Black Shadow y Blue Demon, quienes cargaron el féretro.
Sus inicios
El apodado como “El Enmascarado de Plata”, nació un 23 de septiembre de 1917 en Tulancingo, Hidalgo, Rodolfo Guzmán Huerta comenzó a practicar desde muy joven el arte del pancracio y a conocer sus secretos, algo que en un momento hizo a escondidas de su madre.
Bajo el nombre de Rudy Guzmán inició su andar en el mundo de la lucha libre, y también utilizó los nombres de El Hombre Rojo y Murciélago II, aunque este fue prohibido por la Comisión de Box y Lucha al ya existir un Murciélago.
Su presentación ya como El Santo fue el 26 de julio de 1942, en la esquina ruda y en la antigua Arena México, donde brindó una salvaje actuación para ser despedido entre abucheos, pero ahí comenzó una brillante carrera que llevó a cosas inimaginables.
En el ring logró grandes trofeos y títulos, como las máscaras de Black Shadow, Espanto I y El Gladiador, entre otras, y cabelleras como Bobby Bonales, René Guajardo y Perro Aguayo, además de otras, en épicas batallas.
Fuera del cuadrilátero, quien inmortalizara la llave “de a caballo”, se convirtió en un icono de la cultura mexicana, pues tuvo su propia historieta y filmó diversas películas, algunas junto a luchadores como Blue Demon y Mil Máscaras, donde enfrentó a monstruos, marcianos y otras criaturas.