GUANAJUATO, GTO.- La Plenaria Nacional de Diputados Locales del Partido Acción Nacional (PAN) se convirtió en acto de campaña de Xóchitl Gálvez. Lo que se anunció como un acto interinstitucional fue un encuentro partidista en la sede de un Poder Legislativos que en teoría es multipartidsta.
La sorpresiva asistencia de la abanderada de lo que será la coalición “Fuerza y Corazón por México se tornó en un mar de reclamos de prensa, que peleó por poder entrar a escuchar mensajes tradicionales y buscó en las “entrevistas de chacaleo” algún dato que realmente diera noticia.
Un acto más
Los equipos de prensa de la dirigencia estatal panista, así como de su Grupo Parlamentario, invitó a la inauguración de la Plenaria Nacional de Diputados Locales. Señaló:
“Estarán presentes el presidente nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza; el coordinador del Grupo Parlamentario en el estado, Luis Ernesto Ayala; la secretaria general del PAN, Noemí Luna; y la primera diputada local reelecta, Libia Dennise García”.
Remataba con:
“Los medios de comunicación tendrán acceso a la inauguración de la Plenaria, el resto de los trabajos serán de carácter privado”.
Todo apuntaba a un acto más que se empezó a tornar interesante cuando al cerro de Las Enredaderas llegaron Vicente Fox, Santiago Creel, Juan Carlos Romero Hicks, Éctor Jaime Ramírez Barba y otros panistas reconocidos. Hasta el presidente municipal, Alejandro Navarro, estaba ahí.
A puerta cerrada
A pesar de que la invitación decía que iba a haber acceso a la inauguración, personal de seguridad del Congreso del Estado impidió el acceso a los medios de comunicación a los salones de usos múltiples del recinto. Las cámaras del canal digital del Poder Legislativo y personal de Comunicación Social panista y del GPPAN, estaban adentro.
Un sector del gremio periodístico se quejó del hecho, pero se había resignado a esperar que concluyera la ceremonia para el tradicional “chacaleo” (entrevistas hechas en grupo y de manera improvisada a los políticos).
Pero todo cambió cuando vieron que entre las personas oradoras se encontraba Xóchitl Gálvez, la precandidata panista a la presidencia de la república.
Adentro: los aplausos y gritos de apoyo a la abanderada de la oposición; afuera, cámaras pegadas a las puertas de cristal, micrófonos en los resquicios y gritos de protesta.
Personal de comunicación de las dirigencias nacional y estatal panista no sabían qué hacer hasta que cedieron a la presión de reporteros y reporteras y les dejaron entrar al recinto sólo para escuchar la última parte del mensaje de Xóchitl:
Que sólo la conocía la mitad de las y los votantes, que el gobierno morenista tenía a los Servidores de la Nación y que ella pedía a un millón de seguidores intensificar la campaña.
Criticó las políticas públicas del gobierno federal y resaltó al gobierno panista de Guanajuato. El apoyo a Libia Denisse, presente ahí y próxima a registrarse como precandidata al gobierno de esta entidad, era parte del rejuego.
Había molestia y desconcierto entre el panismo asistente.
El chacaleo
Xóchitl habló de que ganará la presidencia y hará equipo con el gobierno estatal para combatir a la delincuencia, que dará recursos a las policías municipales y la estatal y que no había equidad en la cobertura periodística y los recursos para ella respecto a “la de enfrente”.
Marko Cortés, el dirigente nacional panista, habló de temas similares, dijo un discurso triunfalista de que le ganarán a Morena en todas partes y que en Guanajuato ganarán los dos escaños del senado y que en ellos estará Miguel Márquez Márquez.
Cuando Xóchil y Marko se fueron, se quedó Vicente Fox en desangelada y despreciada charla político motivacional.
Hacía frío y ni el sol les calentaba.