Katmandú
Nepal llamó a los países a enviar ayuda para lidiar con las consecuencias de un devastador sismo que provocó la muerte de más de 1.300 personas, cifra que autoridades dijeron que subirá mientras continuaba la desesperada búsqueda de sobrevivientes en las primeras horas del domingo.
Miles de personas desafiaban las bajas temperaturas para dormir en el pavimento, parques o campos, demasiado asustadas como para volver a sus casas dañadas por el sismo de magnitud 7,9 que tuvo lugar el sábado al mediodía.
“Hemos lanzado un enorme plan de acción de rescate y rehabilitación y hay mucho por hacer”, dijo el ministro de Información y Difusión, Minendra Rijal.
“Nuestro país está en un momento de crisis y vamos e necesitar de mucho apoyo y ayuda”, declaró en la televisión india.
El Ministerio de Vivienda dijo que la cifra de muertos había llegado a 1.382 personas. Un portavoz de la policía afirmó que más de 630 personas habían muerto en el Valle de Katmandú y que al menos 300 más fallecieron en la capital.
Montañistas extranjeros y sus guías nepalíes en las inmediaciones del Monte Everest fueron sorprendidos por los movimientos telúricos y una enorme avalancha.
Algunos usaron redes sociales para enviar mensajes desesperados en busca de ayuda, advirtiendo que de otro modo más personas morirían.
Hospitales en todo el país de 28 millones de habitantes se esforzaban por lidiar con los muertos y heridos en el peor sismo en Nepal en 81 años y la falta de equipamiento impedía a los rescatistas ver más allá de la superficie de los escombros en busca de señales de vida.