Guanajuato, Gto.- En confuso y saturado espacio de paraderos de autobuses de la ex estación generó una víctima mortal: una unidad del servicio público de pasajeros arrolló a una mujer de 80 años de edad. Fue trasladada con vida al Hospital General, pero debido a las lesiones, falleció.
El hecho ocurrió a las seis de la tarde de este lunes. La señora, a la que se le conocía como doña Julita, atravesaba la calle en la zona de paraderos cuando un autobús arrancaba. El conductor no la vio y pasó sobre las piernas de la mujer.
Elementos de tránsito municipal que están asignados al lugar para vigilar el ascenso y descenso de pasajeros y apresurar a conductores para que no permanezcan en el lugar más tiempo del necesario, acudieron a auxiliarla.
Minutos después llegaron elementos de la Cruz Roja, quienes tienen cerca de ahí su base, para brindarle primeros auxilios. La estabilizaron y trasladaron al Hospital General, pero a pesar de los esfuerzos médicos, doña Julita falleció debido a la gravedad de sus heridas.
El conductor del autobús, perteneciente a la ruta Marfil-Maluco, huyó del lugar.
Autoridades municipales acordonaron el área y los peritos de la Fiscalía General del Estado llegaron para los pormenores de rutina.
Lugar conflictivo
Durante décadas, los autobuses procedentes de fuera del casco histórico tenían sus zonas de ascenso y descenso en la calle Subterránea y en las inmediaciones del mercado Hidalgo. Luego se les trasladó a la plaza Lucio Marmolejo, cerca de la Alhóndiga de Granaditas, lugar que distanciaba a personas usuarias cuando debían acudir al centro de la ciudad o hacer sus compras al mercado.
Con la actual administración se estableció la zona de la ex estación con lugar de paraderos. Ahí confluyen decenas de autobuses y es una vorágine de ascenso y descenso. Quienes llegan hasta la zona deben caminar hacia el centro histórico para, si lo requieren, tomar otro autobús.
Esa situación provoca que haya una intensa movilidad peatonal. Esta vez la saturación de peatones generó un percance de consecuencias mortales.
El presidente municipal, Alejandro navarro, promovió el aumento de la tarifa del transporte urbano de siete a diez pesos, sin cumplir una de sus promesas: convertir a la ex estación en una terminal de transferencia, de tal manera que las personas pasajeras bajen de la unidad que procede de la periferia y aborden una que las lleva al centro.