
Irapuato, Guanajuato.- “Los choferes no se fijan, mi esposa ya se cayó y yo he estado apunto; un día también van a envejecer”, dio Martín, un hombre de 73 años, quien contó que desafortunadamente, bajarse del transporte público, resulta un reto. El adulto mayor, relató sentirse frustrado, porque los conductores al pedirles que lo dejen bajar por delante no lo hacen, pese a que ya no tiene la misma vitalidad de hace años.
El hombre de oficio zapatero, dijo que tiene su negocio en la colonia Bajada de San Martín y usualmente toma las rutas del transporte en la calle Abasolo, donde el tráfico ha ido en aumento y que por necesidad tiene que tomar la “combi”.
“Los choferes se arrancan y no se fijan si somos adultos mayores o niños, parece que van a ganar herencia, ojalá que los capaciten y entiendan que también van a llegar a viejos; mi esposa se cayó y al menos ahí estaba para ayudarla”, dijo el hombre.
En relación a qué número de ruta es la que recurrentemente ha generado “dicho problema”, al parecer se trata de la mayoría de los camiones, subrayando que “todos andan bien acelerados, a lo mejor les piden tiempo, pero nada les cuesta dar un buen servicio”.
