Irapuato, Guanajuato.- La devoción de Ana María Escalera por la Santa Muerte comenzó hace 15 años cuando atravesaba por un momento complicado en su vida.
“Tuvimos un problema familiar muy difícil para todos, yo tenía conocimiento y fé de que mi Santa podía ayudarme a salir de esa situación. Le pedí que nos ayudara, que no me soltara de la mano. Al día siguiente mi madre llegó con buenas noticias y supe que mi niña me había escuchado”, dijo.
Ella mantiene en su negocio un altar dedicado a la “Niña Blanca”, le tiene también un gran aprecio ya que su padre se la regaló, “mi papá llegó y me dijo –“Mira hija, supe que la viste en el centro y te gustó”-, se me hizo sorprendente porque habían pasado 2 meses de que la había visto y ella seguía ahí, fue como si me hubiera estado esperando”, comentó la comerciante.
Ante el desconocimiento, las personas que visitan la tienda de Ana María prefieren no entrar o hacerle preguntas sobre “El Ángel de Dios”, “muchas personas no saben realmente quién es ella, dicen tantas cosas. Ella no es vengativa, ni tampoco celosa, ella es el octavo ángel creado por Dios, y fue asignado a venir por nosotros cuando llega nuestro momento de partir”, Finalizó.
