León, Guanajuato.- Alberto Jorge, de 39 años de edad, oriundo de San Francisco del Rincón, lleva aproximadamente 6 años, laborando como auxiliar de limpieza e higiene en la clínica 21 del IMSS de León.
Casado con Julieta Elizabeth y padre de 3 hijos, incluyendo a uno que lamentablemente falleció, contó cómo ha sido para él, laborar en esta época de pandemia para el sector salud.
“Por el momento estoy laborando en el área COVID-19, todos los compañeros al principio teníamos mucho miedo, cuando comenzó la pandemia yo salí premiado para una capacitación sobre el tema y por lo mismo todos mis compañeros me aventaban al “ruedo”, hoy en día la clínica ya es 100 por ciento COVID, ahora todos tenemos que trabajar con la misma disposición”, explicó.
Para Alberto, es un poco difícil trabajar con el equipo de protección personal, ya que en algunas ocasiones ha terminado muy deshidratado por el calor que se genera con el mismo.
Por otro lado, según Alberto, el vivir esta pandemia desde su trinchera, ha sido una “montaña rusa”, llena de emociones.
“Llegaron varios conocidos al hospital y los he visto morir, pero lo que más me dio tristeza y coraje es ver llegar a mi padre con este virus, verlo internado me partía el corazón, después de unos días todo evoluciono y gracias a Dios salió muy bien de esta batalla, al principio me sentí culpable y sé que mi familia me señalaba por trabajar en el hospital, fue muy difícil”, dijo.
Por el momento, el padre de Alberto se encuentra con un positivo estado de salud y él lo único que quiere para su familia, es protegerlos de tan mortal virus.
Entre todas las cosas buenas y malas que Alberto Jorge ha vivido dentro del sector salud, el recuerda una que le lleno el corazón de tristeza; “En una ocasión, llegó un paciente con herida de bala ocasionada en un asalto, yo platique mucho con él y por más que lo animaba el me decía que les dijera a sus familiares que los quería mucho y que lo despidiera de todos ellos, en realidad yo pensé que la situación no era grave, pero me equivoque, el joven murió y me toco decirle a su familia lo que él me pidió, me toco moverlo y él estaba muy rígido, en ese momento yo le dije ‘Ya amigo, ya descanse, déjeme entregarlo con su familia’, cuando lo vi, le rodo una lagrima y ese fue uno de los momentos que jamás olvidare”, externó.
Por otro lado, Alberto disfruta mucho trabajo, dando su 100 por ciento, todos los días, haciéndole ver a los derechohabientes que existe gente que trabaja con pasión, pues según este auxiliar de limpieza, dijo que entre todos los malos tratos que se pueden recibir de algunos miembros, el, labora con todo el gusto para ayudar a los miles de personas que llegan a la clínica diariamente.
“Lo único que le pido a los ciudadanos es que se cuiden, que este virus es mortal y puede acabar con la vida de las personas que más queremos, no bajen la guardia, pronto vamos a salir de esta”, concluyó.
