Abasolo, Guanajuato.- Desde balnearios con aguas termales, ruinas arqueológicas, espacios religiosos se gran historia y zonas de acampado, Abasolo se presenta como uno de los municipios con mayor representatividad en Guanajuato.
Comenzando con que dentro de su historia el Padre de la Patria, Miguel Hidalgo, fue bautizado en la enigmática Parroquia de Nuestra Señora de la Luz.
Dentro de su simbolismo Abasolo tiene una de las zonas arqueológicas más grandes de México, varios balnearios de aguas termales, uno de ellos de fama internacional, dos museos y un centro histórico digno de una postal.
HISTORIA
Es incierta la fecha de fundación de la ciudad de Abasolo, sólo se sabe que este territorio fue ocupado por otomíes, huachichiles y purépechas hasta la época de la Conquista española, siendo conquistado por Nuño de Guzmán alrededor del año 1529.
El nombre del municipio ha sufrido diferentes cambios, siendo en un inicio el de Cuitzeo de los Naranjos.
El municipio de Abasolo tiene potencial para convertirse en un importante centro turístico debido a la gran cantidad de manantiales de aguas termales que se localizan en su territorio y que ha propiciado el establecimiento de balnearios y centros recreativos.
La Caldera es uno de los mejores balnearios de México con sus once toboganes y albercas de aguas termales que se ubica en Guanajuato. El parque acuático situado en Abasolo, es un destino idóneo para pasar las vacaciones.
Peralta
En Abasolo, rumbo a la comunidad de San José de Peralta, se encuentra la Zona de Peralta, que es uno de los sitios arqueológicos más grandes del estado de Guanajuato.
Habitado entre los años 300 y 900 después de Cristo, su monumentalidad lo ubica entre unos de los seis asentamientos más importantes del Bajío y uno de los mayores centros cívicos ceremoniales del centro–norte de Mesoamérica.
Entre las construcciones de esta zona arqueológica, destacan el edificio central denominado “Doble templo y patio hundido” y el recinto de los gobernantes; en este último, se encuentra uno de los más grandes “patios hundidos” de la región.
Al igual que este centro arqueológico Abasolo cuenta con un museo en el poblado de San Vicente del Caño, situado en la carretera federal 90, donde hace varias décadas fue instalada una columna erigida para conmemorar que Miguel Hidalgo I. Costilla había nacido en este lugar.
Es diverso
El municipio tiene una gran diversidad de diversión que abarca desde una caminata en el cerro del Brinco del Diablo, la práctica de rappel, bicicleta de montaña o el campismo en una de las áreas naturales más hermosas y emblemáticas de la zona.
En la misma ruta se puede apreciar a través del turismo religioso, la visita a La Parroquia de Nuestra Señora de la Luz que es una muestra de distintos estilos arquitectónicos, desde la barroca, pasando por la clásica hasta llegar a la neo clásica, en las tres intervenciones que pasó durante su construcción.
Uno de los pasajes históricos de relevancia es que en la capilla que de este lugar fue bautizado el Padre de la Patria, don Miguel Hidalgo I. Costilla.
Abasolo es más que un cúmulo de tradiciones y arraigos culturales entre lo prehispánico y lo contemporáneo.
Se dice que a mediados del siglo XIX dio inicio la construcción del templo actual. La hegemonía de sus símbolos e iconos muestran un acervo cultural en cada una de sus paredes, columnas, atrio y pinturas que resguardan este lugar dedicado al culto católico, además también ha estado marcado por lo prehispánico.
Hay que mencionar que la pila que se encuentra hoy en el museo municipal de Abasolo, es una réplica ya que la original está en el Museo Nacional de Historia en el Castillo de Chapultepec.
La localidad por si sola es tiene un ingrediente especial, debido a la gran cantidad de iconos, símbolos y sitios históricos y recreativos, además de contar con una amplia variedad de platillos típicos como las carnitas, el menudo tatemado, la birria de hoyo, los tacos, entre otros.
En Abasolo puedes pasar una vacaciones inolvidables, donde aunado a todas sus atracciones también se cuenta con espacios para el turismo de negocios con un poliforum o una de las mejores ferias de Guanajuato en el mes de mayo.
Abasolo, puede hacer que lo vivas a lo grande, que vivas la fiesta del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución Mexicana a través de espacios que fueron parte de esta lucha y que en la actualidad le siguen dando renombre al municipio.
Accesos y atractivos
Para llegar a Abasolo partiendo del aeropuerto internacional en Silao, puedes tomar la carretera que va a Irapuato, de ahí la carretera federal 90 Irapuato-La Piedad a tan sólo 20 kilómetros de esta ciudad.
- En la cabecera municipal puedes apreciar la Parroquia de Nuestra Señora de la Luz, con su belleza y la capilla en la que fue bautizado Miguel Hidalgo.
- Al igual pasar un día en algunos de sus balnearios como: La Caldera, Los Pinos, El Coyote, Santa Lucia, entre otros.
- Para comer puedes degustar el famoso menudo tatemado, probar las carnitas o la birria en hoyo, además de comida exótica de carne de cocodrilo, jabalí o ciervo.
Arqueología
¿Qué hacer?
En la zona arqueológica de Peralta se pueden apreciar las pirámides y una película que presenta los antecedentes y vestigios de la zona. Peralta tiene una extensión de 120 hectáreas, cuenta con estructuras como El Fraile, La Crucita, El Cha, La Luz, El Recinto de los Gobernadores, La Joyita, el Celestino y el Edificio de doble Patio Hundido.
¿Cómo llegar?
Esta zona arqueológica está ubicada en la comunidad San José de Peralta, localizada a un costado de la carretera estatal Abasolo-Huanímaro, a 15 minutos de la cabecera municipal.
Para llegar ahí ya sea en vehiculo particular, hay que pasar por Irapuato, tomar la carretera federal 90 rumbo a La Piedad o viceversa, de La Piedad a Irapuato, hasta llegar a la cabecera de este municipio.
Si viene de Irapuato, puede tomarse la desviación a Pueblo Nuevo y posteriormente el entronque a Huanímaro, desde donde se puede observar el lugar a pie de carretera.
Al ingresar por Abasolo, los visitantes pueden preguntar por las distintas maneras que existen para llegar a la zona arqueológica.
