Salamanca, Guanajuato
La noche de ayer a muchos salmantinos les ha caído de sorpresa el comunicado que emitió la Cruz Roja Delegación Salamanca, en donde informan que a partir de ese momento suspenden toda actividad en sus instalaciones, así como de los servicios de emergencia debido a los acontecimientos violentos de la ciudad.
Y es que en este primer trimestre del año, Salamanca ocupa el primer lugar de en cantidad de víctimas por homicidio doloso, dando una cifra de 164 casos. Haciendo el análisis del 2018, junto con Irapuato fueron los municipios con mayor índice de violencia, a tal grado que son como unas de las ciudades de mayor inseguridad en el país. Basta con recordar los seis policías que perdieron la vida en manos del crimen organizado.
En este contexto, la gota que derramó el vaso, fue el hecho suscitado la tarde de ayer, alrededor de las 4:15, cuando acudieron a un servicio de emergencia en la colonia San Roque, donde reportaron a un sujeto a bordo de un vehículo que acababa de ser balaceado.
Al lugar acudieron paramédicos y socorristas de Cruz Roja. En primera instancia el hombre de aproximadamente 35 años no presentaba heridas de gravedad, sin embargo fue trasladado a bordo de la ambulancia para que recibiera la atención médica correspondiente.
En el trayecto, a la altura de la entrada del Fraccionamiento El Deportivo, la unidad de Cruz Roja fue interceptada por una camioneta de la descendieron tres sujetos armados, quienes amagaron al personal que trasladaba al herido.
Bajaron al sujeto y lo obligaron a que se incorporara a la camioneta para después escapar.
¿Hasta dónde hemos llegado? ¿Hasta qué punto el crimen ya no tiene ningún tipo de contemplación con los servicios de emergencia? Incluso en las guerras más sangrientas que desafortunadamente ocurren en todo el mundo, los diferentes bandos conservan el respeto a quienes prestan auxilio a los combatientes heridos.
Por esta razón, más que justificada, los que integran la Cruz Roja Salamanca tienen que hacer valer los principios de primeros auxilios en donde se menciona como número uno, que tienen protegerse a sí mismos incluso antes que la víctima.
Los valores de la benemérita institución: humanidad, imparcialidad, neutralidad, independencia, voluntariado, unidad y universalidad, se mantienen aún con dicha decisión de “cerrar las puertas provisionalmente” mientras no existan las condiciones de seguridad para que puedan desarrollar la tan altruista labor que día con día desempeñan.
La Cruz Roja tiene un gran corazón y el motor que los mueve es la pasión por servir a los demás.
Desafortunadamente en los últimos minutos en redes sociales se han dedicado a criticar a la Cruz Roja Salamanca por le decisión que se ha tomado hasta el momento. A algunos internautas se les olvida que la institución esta conformada por el voluntariado social, de jóvenes y no tan jóvenes que arriesgan su vida para salvar la de otros que ni siquiera conocen.
Algunos ingenuos -por no decirles de otro modo- hablan incluso del “pago de sus impuestos y sus grandes donaciones” para que funcione el servicio de emergencia. Ojalá ninguno de ellos requiera (nunca) de la atención de un socorrista de Cruz Roja.
Seguramente… en algún momento todo se regularizará. Pero los accidentes, los heridos van a continuar por siempre. En cierto momento las puertas se abrirán nuevamente y los socorristas y paramédicos abordarán las ambulancias para sentir esta adrenalina que no se hizo para cualquiera… con ese gran espíritu de servicio.
Como dijo Thomas Carlyle, “De nada sirve al hombre lamentarse de los tiempos en que vive, lo único que puede hacer es intentar mejorarlos”.
En Notus, reconocemos a la Cruz Roja Mexicana, en especial a la Cruz Roja Salamanca como una institución con una gran causa humanitaria.