“El día que el IMSS, acabó con mi vida” (Parte 3)

Laura Benita Serrano Arias, mujer irapuatense alzó la voz y denunció la presunta negligencia que sufrió en el IMSS, tras una serie de “burlas” e “irregularidades”

Irapuato, Guanajuato.- Tras una caída el pasado 3 de octubre del 2018 en el ejercicio de sus labores, Laura Benita Serrano Arias, denunció la presunta negligencia que sufrió en el IMSS, tras una serie de “burlas” e “irregularidades” que ha afectado su salud y calidad de vida hasta el día de hoy.

“El día que el IMSS, acabó con mi vida” (Parte 1):

“El día que el IMSS, acabó con mi vida” (Parte 1)

“El día que el IMSS, acabó con mi vida” (Parte 2):

“El día que el IMSS, acabó con mi vida” (Parte 2)

El día 26 de diciembre del 2019 volví a rehabilitación, donde no se encontraba de nueva cuenta el doctor Carlos Fernando Jiménez Arrieta ya que estaba de vacaciones, por ello me volvió a atender la doctora Vega, quien me dio medicamento y unos ejercicios para hacer en casa mientras me daban las terapias.

Llegó el 2020

“El 21 de enero 2020, me realizaron las primeras electromiografías, en manos de la doctora Vega y en el transcurso del estudio, me indicó que para practicarlo no debía de moverme absolutamente nada, investigue la forma correcta de este tipo de estudios y me percate que no eran así como se me habían realizado. Entendí que la manera correcta de hacer unas electromiografías según lo leído, es que se hacen ciertos movimientos para que el aparato pueda detectar la fuerza del músculo.

La electromiografía realizada, dio como resultado que no tenía nada, que todo estaba bien, lo que no entendía era porque continuaba con los dolores y cada vez eran más intensos, el día 6 de febrero, tuve una cita nuevamente con el doctor Carlos Fernando Jiménez Arrieta quién me evaluó dichos estudios y me dijo que los músculos estaban bien, que él ya no podía hacer nada por mí y que me mandaría a neurología.

Me dio el papel para solicitar la cita en neurología, quedando programada para el día 22 de mayo a las 9:20 de la mañana y me volvió a dar otras terapias que quedaron programadas del 7 de febrero al 28 de febrero, con la misma terapeuta llamada Reyna.

Las terapias que me dieron fueron básicamente ejercicios de estiramiento, también me doblaban y me ponían un aparato en el cuello y en el coxis que emitía rayos infrarrojos y uno que daba como un tipo masaje, los cuales producían un poco de dolor que según los terapeutas era normal.

El 2 de marzo volví a rehabilitación con el doctor Jiménez Arrieta y le mencione que yo, ya no aguantaba los dolores, que ya me dolían las manos y los pies, le señale que ya tenía mucho tiempo que estaba cojeando, que no podía estar sentada mucho tiempo, el cuello tenía que ponerlo en reposo, estarme recargando en ciertos lugares para que no me doliera y que ya había síntomas que indicaban que había algo más serio, por lo que el doctor Jiménez Arrieta me dijo, que por eso ya me había mandado con la neuróloga y que ella iba a decidir qué es lo que proseguía, porque el, en ese momento ya no pudo ayudarme, me preguntó para cuando había quedado la cita con la neuróloga y le mencioné que el día 22 de mayo, a lo que me respondió que él me iba a dar los últimos días de incapacidad y los días que faltan para la cita con la neuróloga, me los darían en dirección, adicionalmente, menciono que me darían otras cuatro terapias recalcando que serían las ultimas de su parte, del 2 al 9 de marzo”, relató.

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