La cadena de supermercados alemana Edeka ha logrado provocar el llanto con este comercial, en donde el abuelo de la familia pasaba sus navidades sólo con su mascota, y apenas recibía mensajes en el contestador o tarjetas navideñas de sus familiares.
Sus hijos estaban demasiado ocupados en el trabajo o con obligaciones, y hacía rato que postergaban su visita. Hasta que un día, inesperadamente, llega una invitación al funeral del abuelo. Entristecidos, todos se visten para la ocasión y no dudan en asistir. Pero no esperaban ver lo que encontraron.
Cuando llegaron todos de negro para despedir al cuerpo sin vida de su padre, encuentran en la casa la mesa lista para comer en familia. Asombrados, no saben qué pensar, hasta que aparece él. Y de aspecto resignado, les dice: “¿Tengo que hacer esto para verlos a todos juntos?”.
El comercial cierra de manera feliz, todos juntos comiendo en familia y recordando viejas anécdotas entre risas. Pero de alguna forma no pudieron evitar caer en el golpe bajo sentimental y el lugar común de la frase “no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos”. Una forma de establecer un vinculo emocional con el consumidor, haciéndolo pasar de la tristeza y la pena a la alegría.
El concepto de la campaña y que da nombre a este comercial es “volver a casa” (Heimkommen, en alemán). Ya fue visto por casi veinte millones de usuarios en tan solo cinco días, y hay quienes lo sitúan como el comercial de la navidad que será recordado para este año 2015.
Fiel a los tiempos que se viven, la familia poco a poco deja de ser una prioridad para aquellos que buscan el éxito profesional en sus largas jornadas de trabajo. Y como refleja el comercial, lamentablemente ocurre que los mayores se llevan el peor abandono.
