Carta A Mi Hija…Desde mi lucha ¡Para Julieta!

Hija mía, el destino quiso que al igual que yo, tú nacieras mujer, hoy te dedico con esmero estas líneas que cimbren lo profundo de tu alma al leerlas

Por Psic. Andrea Julieta Herrera Saldaña.

Hija mía, el destino quiso que al igual que yo, tú nacieras mujer, hoy te dedico con esmero estas líneas que cimbren lo profundo de tu alma al leerlas: No te pido que te parezcas a mí, porque en esencia eres única e irrepetible, no quiero que seas como tú madre, ni que te gusten las mismas cosas, pues sería pedir que fueras mi copia y tú eres un original sin derecho de réplica.

Se firme en tus ideales, convencida siempre que puedes lograr lo que te propongas, existirán miles de adversidades y enfrentarás infinidad de dragones, sé que no habrá uno que no seas capaz de derrotar, se consciente que el príncipe no te rescatará si no lo haces por ti misma, comprende que no viven en castillos, ni son de color azul, pues al igual que tú y que yo son humanos, se equivocan, comenten errores además se destiñen con el paso del tiempo.

No ocupas una media naranja, eres una naranja completa, única y maravillosa, nunca cambies por nadie, excepto por ti, eres libre para ser quien tú quieras ser, eres muy inteligente y capaz, que no hay pared o cerrojo que te detenga hacia donde quieras llegar.

Se consciente que tus alas son lo bastante grandes para emprender miles de vuelos y surcar cielos, jamás permitas que las corten con comentarios mal intencionados que busquen detener tu camino, vuela alto; tanto, que seas capaz de surcar otros cielos y conocer otros mundos, como bien sabes, encontrarás a tu paso personas ruines, pues no todos en el mundo son buenos, no puedo pintarte un mundo color de rosa, ni evitar que tropieces en el trayecto pero puedo enseñarte a ser valiente, para que seas capaz  enfrentar  cualquier cosa.

Si en algún momento quisieras detenerte porque las cosas se tornen difíciles o pesadas, toma un respiro y no sientas miedo de volver a empezar, es peor no volver a intentarlo. Recuerda: caerse está permitido, pero levantarse siempre será obligatorio, agarra vuelo y sigue tu camino que con las piedras que te arrojen infinidad de puentes construirás.

No siempre tendrás la razón hija mía y en ocasiones dudarás de ti misma, cometerás errores como el ser humano que eres, pero aprenderás de ellos, ¡reconócelos! y encontrarás el camino hacia el conocimiento, abrázate y perdónate a ti siempre.

Cuando alguna ropa te guste jamás dudes en usarla, no te conviertas en víctima de estándares castigadores de cuerpos perfectos disfrazados de medidas y rostros sin imperfecciones, TÚ ya eres perfecta, TÚ cuerpo ya es perfecto, tienes unos brazos que aprietan con fuerza, unos pies que caminan y corren, unos labios que expresan lo que quieren, unos ojos capaces de ver lo mejor de otros y un corazón que late aceleradamente como símbolo de vida.

Jamás te compares con nadie, pues siempre habrá personas mejores y peores que tú, pero jamás existirá alguien igual a ti, ámate a ti misma, ámate tanto como te amo yo, con tus defectos y cualidades, valora todo lo que existe en ti, agradece lo poco o mucho que tengas porque lo has conseguido con valor y audacia.

Haz todo aquello que te haga sentir plena y feliz no te límites al pensar en el que dirán; pues la protagonista de tú vida únicamente serás tú y de tus triunfos o fracasos la responsable; que nadie te diga cómo escribir el guion de tú historia, disfruta del viaje que conlleva, las aventuras que inicien; así como aquellas que terminen, existirán personas que se subirán a tu tren en el camino, otras tantas bajaran en algunas estaciones, no te culpes, todos tenemos un momento y un tiempo, los que se queden te acompañarán al final de tu viaje.

Quisiera darte todas las soluciones a los problemas que se te presentarán en la vida, pero ni yo las tengo, solo puedo ofrecerte mi mano y buscarlas junto contigo, tienes todos los ingredientes para lograr tus sueños; ¡Adelante!, ¡Lucha!, ¡Vive y triunfa!, recuerda siempre que la aprobación más importante es la tuya.

Te libero de cuentos de hadas con finales felices para siempre, de perfecciones absurdas basadas en estereotipos de belleza y de género, de etiquetas basadas en tu sexo y de condiciones de un estado civil generadas por la sociedad como estándar social, te libero de ser perfecta para ser más tú. Eres libre para soñar, crecer, amar, llorar reír, ¡¡¡pero sobre todo eres libre para vivir!!!

CON AMOR…TÚ MAMÁ

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