Irapuato, Guanajuato.- “Sí, era penal, a favor del Irapuato”, señalaron versiones después de ver la repetición en la transmisión del partido de final de ida de la Liga de Expansión, señalaron aficionados en redes sociales.
La jugada del penal se derivó de una pelota filtrada al corazón del área que puso a Juan Pablo Rangel frente a frente con el portero tamaulipeco Daniel Ruiz, este al hacer un achique y al ir a buscar la bola, encontró en primera instancia la pierna del fresero derribandolo, sin embargo, la apreciación del árbitro fue otra y decidió no marcar el penal.
Pero a pesar de este “amargo” evento, los seguidores de la Trinca salieron satisfechos del encuentro disputado entre los equipos finalistas y reconocieron el esfuerzo, la entrega y la garra de los freseros.
En la cancha, dos equipos con fuerzas muy similares que tras el planteamiento de los entrenadores mexicanos, por una lado Daniel “Borita” Alcantar y por el otro Marco Antonio “Chima” Ruiz, neutralizaron a sus oponentes.
La estrategia del entrenador visitante fue esencialmente mantener su puerta en ceros, metiendo a cinco defensores, y buscar en un contragolpe hacer daño a los freseros, por su parte el técnico de casa buscaba lo mismo, pero con la diferencia de ir a buscar la puerta contraria y tratar de hacer daño a los pupilos del Chima, pero la férrea defensa de la Jaiba Brava impidió que su puerta cayera.
Ambos técnicos han señalado que las dos escuadras cuentan con jugadores de calidad y han reconocido la fuerza del contrario, por lo que, en el juego de vuelta en Tampico, se espera un juego igual de reñido en donde la estrategia de ambos técnicos mexicanos será decisiva para que uno y otro levante la copa, Chima Ruiz dijo que en casa se mostrará más abierto y buscará la puerta fresera, Borita mencionó que la inteligencia y la paciencia serán la clave para abrir la defensiva de la Jaiba.
En fin, será una larga semana para los aficionados freseros quienes después del juego de ida sueñan y tienen la esperanza de que la Trinca regrese de Tamaulipas con la copa, que lo proclamaría como campeón, en su primera temporada y regreso a la liga de plata del balompié mexicano.
