“Sequía” en El Platanal: la situación del arroyo hondo

Actualmente se encuentra prácticamente seco, debido a que la presa del Aguacate también no tiene agua

Cuerámaro, Guanajuato.- El arroyo hondo, que atraviesa la comunidad de El Platanal, se encuentra prácticamente seco, con solo algunos charcos dispersos a lo largo de dicho arroyo, una situación que persiste desde hace aproximadamente dos años. Los pobladores atribuyen esta sequía a la condición de la presa del Aguacate, que también está prácticamente seca.

El Platanal, es una comunidad con varios rincones naturales en las faldas de la Sierra de Pénjamo, es conocido por su oasis rodeado de frondosos sabinos y su acequia alimentada por la presa del Aguacate. Este arroyo solía ser una fuente vital de agua para las tierras de cultivo y un lugar de reunión para las familias y amigos de la región.

A pesar de la sequía, El Platanal sigue siendo un tesoro natural de Cuerámaro. El área está adornada con huertas de árboles frutales y decenas de majestuosos sabinos que ofrecen sombra. Este lugar es conocido por su rica vegetación, incluidos ahuehuetes de aproximadamente 300 años que rodean el andador turístico de la comunidad.

La comunidad tiene 739 habitantes aproximadamente y está situada a 1,778 metros sobre el nivel del mar, a 3.0 kilómetros al noroeste del municipio de Cuerámaro. La historia de esta comunidad se remonta a 1934, cuando José Camacho Ledezma promovió el reparto de tierras ejidales, permitiendo que las familias trabajaran y vivieran en la zona, formando así la comunidad actual.

Durante la temporada de lluvias, el arroyo actúa como una bajada principal para el agua que desciende de la sierra de Cuerámaro y Pénjamo, y también recibe agua de la presa del Aguacate cuando esta se llena y se desfoga para el riego de las áreas de cultivo. Sin embargo, la falta de agua ha afectado seriamente a la comunidad en los últimos años.

Además de su belleza natural, El Platanal es conocido por la presencia de una planta silvestre llamada “contra hiedra”, utilizada por los lugareños para tratar los efectos de la hiedra venenosa que también crece en la región.

Los habitantes de las zonas circundantes esperan que las próximas temporadas de lluvias puedan restaurar el flujo de agua en el arroyo y la presa del Aguacate.

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