“El ‘nin’ de Galeana fue el que agarro el puerco y comimos ese día”; Francisco

El irapuatense Francisco Gudiño, relató cómo fue que vivió la inundación aquel 18 de agosto de 1973 cuando el agua llegó hasta la calle empedrada de Galeana y supero los dos metros de altura

Don Francisco con su papá. Foto Cortesía.

Irapuato, Guanajuato. “El ‘nin’ de Galeana fue el que agarro el puerco y comimos ese día de la inundación”, dijo Francisco Gudiño, un irapuatense que relató su vivencia el día que Irapuato quedó bajo el agua.

El 18 de agosto de 1973, aproximadamente a la una de la tarde, el agua contenida en la presa “El Conejo”, se desbordo e invadió calles, avenidas y bulevares.

Irapuato permaneció bajo el agua aproximadamente 48 horas. Durante ese tiempo se vio gente en los techos, pérdidas materiales, lamentables decesos, pero una solidaridad y fuerza para poder ayudar al prójimo.

Don Francisco Gudiño, recuerda como vivió esa tarde; “Yo vivía en Galeana, con mis papás y hermanos, gracias a Dios la casa era de dos pisos, cuando se comenzó a inundar nos subimos a la azotea junto con 4 familias más”, dijo.

“Yo viví la inundación en galeana, justo donde está la carnicería, ahí vivíamos nosotros, ahí rentaba mi papá”. Foto por Francisco Somoza.

El irapuatense relató cómo se veían pasar puercos, televisiones, electrodomésticos, carros y ataúdes por la corriente que llevaba el agua.

“Recuerdo mucho, como un señor que le decían el ‘nin’, se aventó al agua por un puerco para poder comer, amarrándose con una cuerda y logrando subir al puerco para hacerlo carnitas, cuando terminamos de cocinarlo, el ‘nin’ empezó a aventar bolsas con carne a las azoteas que teníamos cerca, me dio una lección muy grande el ver como ayudaba a la gente desinteresadamente”, explicó.

Don Francisco mencionó que todo el puerco que se hizo se aprovechó y alcanzaron los vecinos y conocidos a comer 3 días, había puerco para toda Galeana y alrededores.

“Al día siguiente todo se calmó, recuerdo que el gobierno solo dio las casas de la 18 y la ayuda que supuestamente iba a llegar nunca llego”.

Don Francisco mencionó que ese día le dejo grandes lecciones como la solidaridad y la empatía y agradece a Dios que ese siniestro no le arrebató a ningún familiar.

“Nunca se me olvida que el ‘nin’ se aventó por el puerco”. Foto por Francisco Somoza.
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