Camino de Los Mexicanos y La Curcosula, papas calientes para Samantha Smith
Guanajuato, Gto.- La permisividad de los gobiernos de Edgar Cerrillo Castro y Alejandro Navarro para fraccionar y urbanizar a la Sierra de Santa Rosa le está explotando en las manos a Samantha Smith: la familia Web, propietaria de los terrenos por donde pasa el camino de Los Mexicanos respondieron con zanjas a la demanda popular de quitar rejas que impiden el paso. En tanto, desde el Congreso del Estado, diputados del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) exigen intervenga en la urbanización del fraccionamiento La Curcusola.
En marzo pasado, la atleta internacional Laura Galván, conocida como “La Gacela”, denunció en redes digitales que habían colocado rejas y las cerraron con candado para impedir el paso a deportistas y paseantes que usan el camino de Los Mexicanos, mismo que fue construido con recursos públicos hace más de 100 años.
La presidente municipal Samantha Smith intervino y logró que las rejas estuvieran abiertas, pero a principio de este mes de nuevo las cerraron y aunque más tarde las abrieron, la atleta convocó a una protesta pública, lo que generó que la Smith Gutiérrez aclarara que la presidencia municipal no otorgó permisos para la colocación de las rejas y que pugnará por quitarlas.
La respuesta de los empresarios: abrir zanjas en el camino.
El origen del problema es que la empresa ICREAR S.A. de C.V., de la familia Webb Murra, una de las de mayor poder económico en el municipio, adquirió 316 hectáreas del predio rústico conocido como “Estancia de la Reforma” o “Rancho de la Guerra”, donde se localiza el camino Los Mexicanos. Fueron ellos los que bloquearon el paso de servidumbre.
Es la misma familia que se asoció con el Instituto de Seguridad Social del Estado de Guanajuato en la empresa GTO Leasing Services, y que ha obtenido del Gobierno Estatal contratos por al menos 366 millones de pesos para el arrendamiento de flotillas y vehículos para funcionarios. Fue gracias a esa relación que consiguieron del gobierno del estado una opinión de viabilidad para un supuesto proyecto de restauración. Supuestamente van a reforestar la zona.
La presidencia municipal colocó sellos la semana pasada para clausurar las rejas y se espera el término legal de 10 días para que los propietarios del terreno las retiren o la presidencia las derribará. Las zanjas, que se encuentran en territorio que pertenece a los Web, muestran el reto hacia autoridad y sociedad.
Samantha Smith ya publicó que el terreno se encuentra casi en su totalidad dentro del Área Natural Protegida de la Cuenca de la Esperanza, catalogada como reserva de conservación, y que históricamente ha sido utilizada como un espacio de recreación y para la práctica del deporte.
También ocupa parte del camino antiguo de la Sierra de Santa Rosa, construido en 1887 durante el gobierno de Ponciano Aguilar, de acuerdo con evidencia documental obtenida por el investigador y activista Jorge Cervantes Jáuregui. Todo eso la empresa lo está ignorando.
La otra papa caliente es el fraccionamiento Curcusola, ubicado a unos pocos kilómetros del camino de Los Mexicanos, también sobre la carretera a Dolores Hidalgo, en la Sierra de Santa Rosa.
Se trata de un fraccionamiento supuestamente campestre, que se trazó y empezó a comercializarse durante la gestión de Alejandro Navarro, que fue omiso ante el hecho bajo el pretexto de que hubo otras instancias que lo autorizaron.
Lo anterior ha generado una postura crítica especialmente del diputado morenista Ernesto Millán, quien ha levado a tribuna la denuncia pública sobre el hecho.
Samantha Smith Gutiérrez, en respuesta, aseguró que iniciará una nueva investigación sobre el caso del fraccionamiento, aunque no ha dicho cuándo ni cómo.
Afirmó que los permisos otorgados a los dueños del desarrollo, se dieron en la administración 2012-2015, encabezada por el priista, Luis Fernando Gutiérrez Márquez. El fraccionamiento es propiedad de Loma de Irapuato, S.A de C.V, y su representante legal es el exdiputado de Acción Nacional, Sergio Fernando Ascencio Barba.
Los críticos al proyecto siguen en espera de que se anuncie la investigación.