Tren interurbano de Guanajuato: sueño que sigue guajiro

Hace dos años se cancelaron los estudios para el proyecto

Federico Velio Ortega Delgado.

Guanajuato, Gto.- Mientras que en Guadalajara y Monterrey las vías de ferrocarril que cruzan sus áreas urbanas serán aprovechadas para construir trenes interurbanos, en el estado de Guanajuato no existen proyectos públicos de aprovechamiento de más de 100 kilómetros de vías férreas que cruzan sus principales ciudades.

En el caso de Irapuato y Celaya, los tendidos ferroviarios atraviesan prácticamente por sus centros urbanos. En la segunda, al concluir su ferroférico la ciudad tendrá una vía oriente poniente y otra norte sur que podrían ser aprovechadas para modernos sistemas de movilidad de pasajeros.

En otras ciudades

En Guadalajara actualmente construyen la línea 4 de tren ligero hasta Tlajomulco. Es una obra de 21 kilómetros, con 7 estaciones, y una inversión de casi 10 mil millones de pesos. En Monterrey, además de tres líneas más de metro, en colaboración con el gobierno federal construirán un libramiento ferroviario para desahogar más del 70 por ciento del tráfico de trenes del Área Metropolitana de Monterrey.

Terminado el libramiento, aprovecharán la infraestructura disponible y generarán una convivencia entre transporte público ferroviario de pasajeros y de carga, en una línea de tren ligero que recorrerá un área de influencia de 850 mil posibles usuarios y daría servicio a alrededor de 11 millones de pasajeros. El tren metropolitano tendrá 62 kilómetros de longitud, que conectaría Santa Catarina con su Aeropuerto Internacional.

El proyecto más conocido de tren interurbano, que está por empezar a ser puesto en operación, es el que conectará a Toluca con la ciudad de México. Sin embargo, a diferencia de los anteriores, no va sobre los tendidos de ferrocarril existentes.

En este año fue cancelado el tren interurbano Tijuana-Tecate, que iría sobre vías hasta la fecha abandonadas, pero se le suplió con el proyecto de tren elevado Tijuana-Rosarito, que también está en proyecto.

Ciudades como Morelia y Jalapa quieren aprovechar sus tradicionales vías que cruzan la mancha urbana para convertirlas en rutas de trenes metropolitanos.

El estado de Guanajuato tuvo antes ese sueño y al menos en este sexenio seguirá como deseo.

El fallido tren interurbano de Guanajuato

El deseo de tener un tren interurbano que conectara León con Celaya, con posibilidad de extenderlo al Rincón y a los Apaseo, fue manifestado desde 1991 por el entonces gobernador interino Carlos Medina Plasencia con el nombre de Tren Rápido Interurbano de Guanajuato(TRIG).

Era un proyecto de tren eléctrico de 150 kilómetros de extensión, con estaciones en las principales ciudades del estado: León Silao Irapuato, Salamanca Villagrán y Celaya, con un total de 17 estaciones.

Con Fox como gobernador, el proyecto se amplió a 170 kilómetros al extenderse a Apaseo el Alto y atender una demanda 140 mil pasajeros por día mediante el uso de tecnología canadiense. El recorrido tendría un total de 30 estaciones. Era una suerte de metro interurbano.

Contrataron a la empresa canadiense GMAT, la que consideró inviable el proyecto. A lo anterior se sumaron una serie de irregularidades en la planeación estatal y terminó por demandar una indemnización por más de 42 millones de dólares.

Al llegar a la gubernatura, Juan Carlos Romero bajó a 150 kilómetros y lo planteó como un tren de cercanías al que se agregaban localidades intermedias:

León Centro, León Polifórum, León Los Sauces, Silao Aeropuerto, estación de Silao, Irapuato norte, Irapuato Centro, Irapuato Ciudad Industrial, Salamanca Centro, Villagrán, Cortazar y Celaya Centro.

La obra tampoco se llevó a cabo, pero no se descartó, de tal manera que el siguiente gobernador, Juan Manuel Oliva, anunció una inversión de 80 millones para los estudios de viabilidad y proyecto, a cargo de la constructora ICA y la fabricante de trenes Siemens, mismas que crearon la empresa Sociedad Operadora del Tren Rápido Interurbano de Guanajuato (Sotrig).

Oliva envió a Nueva York a funcionarios del Gobierno estatal para buscar inversionistas para el proyecto: el secretario de Desarrollo Económico Sustentable, Héctor López Santillana; el secretario de Finanzas y Administración, Luis Mario Aguilar y Maya; el coordinador de la Unidad de Planeación e Inversión Estratégica, Joel Arredondo García; y el subsecretario de Atracción de Inversiones, Bernardo López Rosas.

Sotrig solicitó financiamiento del banco alemán West LB para la compra de 23 trenes de cuatro vagones y una capacidad de 640 pasajeros por tren, modelo Express Rail usado en Malasia.

Sin contar con estudios de factibilidad ni proyectos viables, Oliva comenzó con compra de terrenos para el tren, acción que continuó el siguiente gobernador, Miguel Márquez Márquez,

De junio del 2007, con Oliva Ramírez, a octubre de 2014, ya con Miguel Márquez Márquez, el gobierno del estado erogó unos 470 millones de pesos en la compra de casi 180 hectáreas en los ocho municipios propuestos por Romero Hicks. Tan sólo entre León y Silao fueron adquiridos el 50 por ciento de los terrenos.

Lo anterior concluyó con una propuesta presentada en 2014, que era una línea de 130 kilómetros, casi en su totalidad en las vías federales, con 11 estaciones y posibilidad de seguirse hacia Apaseo el Alto, Apaseo el Grande y Querétaro:

Miguel Márquez, con la esperanza de al menos dejar base para la obra, modificó trazo y la planteó por partes: en una primera etapa, el tren iría de Purísima (su tierra natal) a León y que de ahí creciera hacia el resto del corredor industrial.

De nueva cuenta no hubo recurso federal ni inversión privada. El sueño se transformó en un cuestionado proyecto de movilidad que ha continuado el actual gobernador Diego Sinhue Rodríguez: el sistema Unebús.

Parecía cumplirse el sueño

Antes de que Márquez se resignara a dar más vuelo a Unebús, en 2017, el gobierno de Enrique Peña Nieto realizó un estudio con el costo beneficio del proyecto y se le consideró viable. Sin embargo, para el mandatario la prioridad fue para el tren México-Toluca, obra que ha multiplicado sus costos y aún no concluye.

Con la llegada de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a la presidencia de la república, surgió un afán de resucitar los trenes de pasajeros y anunció el Tren Maya como la punta de lanza.

El gobernador de Guanajuato aprovechó que luego de una primera confrontación con el presidente hubo diálogo y en mayo de 2019 presentó a AMLO una propuesta de un tren rápido que conectara León con Querétaro, con estaciones en las ciudades intermedias, con un costo calculado en 20 mil millones de pesos.

Al iniciar 2020, los gobiernos estatal y federal acordaron invertir 52 millones de pesos en estudios de preinversión para el Tren Estatal Metropolitano e Intermunicipal.

El 28 de mayo de ese año, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) y el Gobierno del Estado de Guanajuato firmaron un convenio de asignación de recursos para el estudio:26 millones por parte.

El 18 de diciembre de 2020 se dio a conocer el fallo de la licitación a favor del Consorcio Transconsult, S.A., en participación conjunta con Senermex Ingeniería y Sistemas, S.A. de C.V. y Deloitte Asesoría Financiera

Ese consorcio ha realizado más de 480 proyectos en 18 países y en México hizo los estudios para el Tren Interurbano México-Toluca y el Tren Maya. Por su parte, Senermex Ingeniería y Sistemas hizo la ingeniería básica para el tren Maya, así como la primera y segunda Etapa del SIMOV Guanajuato (Unebús).

Parecía que Guanajuato por fin tendría su tren, pero el 1 de diciembre de 2020, al aprobarse el Presupuesto de Egresos de la Federación, no se contempló recurso alguno para el interurbano guanajuatense: los recursos estaban destinados para el Tren Maya.

El 31 de diciembre, la Secretaría de Infraestructura, Conectividad y Movilidad del Estado de Guanajuato notificó en el Periódico Oficial de Guanajuato que consideraba inviable la factibilidad del proyecto al no haber recurso federal, por lo que reintegró los 26 millones que se iban a asignar al estudio a la tesorería de la Federación. La cancelación costó dos millones 290 mil pesos.

El regreso de la ilusión

En febrero de este año, TMSourcing, una empresa de servicios y consultoría, entregó al gobierno federal, a través de la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes, una propuesta no solicitada para el desarrollo del proyecto ferroviario autofinanciable México-Querétaro-León, mejor conocido como Tren El Bajío, a través del vehículo de inversión Ameriko, creado el año pasado.

Proyectan conectar a más de 12 estaciones y movilizar a más de 40 mil personas, desde la Ciudad de México hasta León, además de buscar una conexión estratégica con grandes obras como el nuevo Aeropuerto de Santa Lucía y el Tren Suburbano de Buenavista, a lo largo de 416 km de vías o derechos de vía existentes.

Para el puro estudio previo requieren 80 millones de pesos y la inversión sería de más de 50 mil millones de pesos en los próximos 5 años, sólo en los elementos ferroviarios, sin contar los desarrollos inmobiliarios y de negocios.

Hasta la fecha, es un sueño del que ya los gobernantes no hablan.

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