Una sobreviviente de la inundación de 1973

Algunos nacen el Día de las Madres, en Navidad, Año Nuevo o incluso en Día de Reyes, pero la historia de Amalia Montoya Jorge, es diferente, pues su madre la trajo al mundo en un día catastrófico para miles de familias. Nació el 18 de agosto de 1973, el día que se inundó Irapuato.

Amalia compartió la historia que sus padres le platicaron sobre su nacimiento. El embarazo de su madre comenzó a complicarse, cuando le dijeron que su bebé, “venía de pies”. Para disminuir el riesgo, le realizaría cesaría a su mamá por lo que, dos días antes del alumbramiento, fue internada en el Hospital Militar, ya que su padre era un elemento del Ejército Mexicano.

Al encontrarse internada, su mamá no quiso ser operada, por lo que, junto a la abuelita de Amalia, se escaparon del hospital para acudir con la partera de la colonia, quien vivían en la zona centro de Irapuato.

El 18 de agosto del 73, a las 6:00 de la mañana, la madre de Amalia inició con contracciones y, luego de un parto complicado, la pequeña nació.

Con el paso de las horas, su papá fue enterado de su nacimiento, por lo que le dieron permiso en el Ejército de salir para poder ver a su hija recién nacida; al llegar a casa, el agua no llegaba a la ciudad, por lo que su padre más tarde ese día regresó a la zona militar.

La familia Montoya Jorge en ese tiempo tenían su domicilio en la calle Filomeno Mata, en el centro de la ciudad y, a partir de las 5 de la tarde, les concedieron el permiso para acudir a ver cómo se encontraban sus familias, por lo que su padre J. Jesús Montoya comenzó la aventura para regresar a casa con su esposa e hija.

A esta hora el agua ya se encontraba a un nivel bastante alto en algunas zonas de la ciudad; al llegar al Templo del Convento, el paso se complicó, pues la altura a la que había llegado el agua era mayor. Algunas personas habían colocado lazos de extremo a extremo para poder cruzar.

“Entonces mi papá se agarró de los lazos que había ahí para poder atravesar y llegar del lado de la Presidencia, pero la corriente venía muy fuerte, entonces el traía el uniforme y, con la corriente y la fuerza del agua se le infló el uniforme, y se soltó y lo arrastró la corriente”, comentó.

Contra la corriente, J. Jesús logró salir y tomarse de otro lazo, desde el cual resistió y, al descansar un poco, logró llegar a Presidencia, por donde cruzó para poder salir del lado del Templo de la Soledad, para después cruzar la acera de la calle Ramón Corona y logro cruzar a su hogar en Filomeno Mata.

“Fue a dar ahí y lo bueno es que ahí está como que, en alto, y todavía no llegaba mucho el agua, entonces cuando llegó, vecinos le ayudaron a mi papá a sacar a mi mamá y unos vecinos que tenían la casa de dos pisos nos dieron hospedaje”, compartió.

Los vecinos que ayudaron a la familia Montoya Jorge, se convirtieron en padrinos de bautizo de Amalia.

Ésta y más historias, se podrán leer en el libro ‘50 Historias, 50 Años de la Inundación de Irapuato de 1973’, que presentarán autoridades municipales en este aniversario de las cinco décadas de uno de los eventos más relevantes en la historia de Irapuato.

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