Pénjamo, Guanajuato.- Las hermanas Cristina, Juliana y Jaquelinne Lara Corana se graduaron del nivel medio superior y además obtuvieron el primer lugar de aprovechamiento en la primera generación de alumnos egresados de la Prepa Pro.
En la ceremonia de graduación que se realizó en Corralejo, Pénjamo las hermanas Lara Corona fueron galardonadas con un reconocimiento por los logros académicos obtenidos durante sus estudios en la Prepa Pro.
Cristina de 35 años de edad, comentó que ella fue la primera interesada en continuar con sus estudios, pues cuando cursaba la preparatoria se casó y ya no pudo seguir estudiando, pero siempre le quedó el “gusanito” de terminar los estudios preparatorianos.
Una cañada de Cristina le comentó que se iba aperturar, en la comunidad de Chicamito en el municipio de Valle de Santiago, un grupo para culminar los estudios de preparatoria y dijo “no voy a desaprovechar la oportunidad”, aunque temerosa pues hacia 17 años que no estudiaba.
Cristina invitó a su hermana Juliana a unirse a ella en la aventura escolar a lo que gustosa aceptó, pensaron igualmente en incluir a la hermana menor llamada Jaquelinne, sin embargo, ella si mostró resistencia para integrarse a la prepa, “estaba embarazada, pensé que no la iba hacer, yo creo que no la voy a estudiar” dijo Jaquelinne.
Sin embargo, la insistencia de Cristina y Juliana motivaron a Jaquelinne a que se uniera a ellas y cursaran juntas la preparatoria.
Varios obstáculos tuvieron que sortear las hermanas Lara Corona para culminar sus estudios, las tres casadas, con hijos pequeños, amas de casa, además Cristina trabajadora del campo y cabeza de familia pues ya se había divorciado.
Comentaron las hermanas que fue difícil poder asistir a las asesorías pues no tenían con quien dejar a los niños, así que hablaron con la maestra encargada la cual en un gesto de empatía les permitió que llevaran a los hijos a las clases, además de que sus compañeros de clase también se portaron afines a las necesidades de las hermanas y accedieron a que los niños compartieran el espacio del estudio con ellos.
Cuenta Juliana que la maestra en ocasiones cuando lloraba el bebé de Jaquelinne ella misma iba y cargaba al pequeño, le daba el biberón o lo dormía, mientras las alumnas se concentraban en realizar sus actividades de aprendizaje.
Juliana contó que otras de las dificultades fue atender a los niños en tiempos de exámenes y más aún cuando los pequeños se enfermaban lo cual sucedió en varias ocasiones.
Las hermanas Lara estudiaban esencialmente de noche, ya que los niños se iban a dormir y había silencio en sus casas, entre ellas crearon una red de estudio que les permitió debatir entre ellas las posibles respuestas a los problemas planteados en las diferentes actividades que realizaban.
Así pues, la colaboración, la hermandad y el amor entre hermanas culminó en el exitoso termino de su educación preparatoria.