Tragedia en Navidad; incendio acaba con la vida de tres personas

Irapuato, Guanajuato.- Eran la una de la mañana aproximadamente; todos estaban dormidos, cuando las llamaradas fueron alcanzando cada uno de los espacios en los que al menos 10 personas dormían en una vecindad; ahí perdieron la vida, Trino, José Antonio y la pequeña Naomi Jaibet de apenas un año, además de una persona lesionada.

El hecho ocurrió en la calle Matamoros, en el barrio de San José; el fuego alcanzó todo lo que estaba a su alrededor; el incendio al parecer pudo haber sido provocado por un corto circuito o bien un petardo lanzado de forma accidental.

Para el pequeño Mauricio la muerte de su prima, fue muy dolorosa, pues dijo sentir coraje, “se murió mi sobrina; mi hermana llegó y quería despertar a su bebé, pero ya no despertaba; nos dieron la noticia de que se murió; como estaban muy calientes las ventanas, mi cuñado, dijo que podían explotar; la niña ya no reaccionaba”.

La desolación en ese hogar, fue un momento de incertidumbre, pues los inquilinos que alcanzaron a salvarse relataron que tuvieron que salirse por los techos de las casas contiguas dejando todas sus pertenencias; sin embargo Trino y José Antonio, ambos amigos, no lo alcanzaron a lograr.

“No tenemos donde dormir; en un albergue nos llevaron anoche, regresamos a ver que se podía rescatar; se está quemando nos dijeron, las llamas estaban hasta arriba; jale a mi niño, no había salida, como pude jale un bote y una tabla; un señor que traía sombreros y le decíamos salgase se va a quemar y ya no salió”, dijeron los vecinos.

Los bomberos sofocaron las llamas, aunque en el interior de uno de los cuartos en los que la renta cuesta 500 pesos al mes, fueron localizados dos cuerpos calcinados; eran los de Trino y José Antonio, uno de ellos vendedor de sombreros y el otro músico ambulante, de ambos se desconoce si tenían familiares.

La pequeña Naomi, estaba durmiendo en una casa de al lado, el olor a humo, generó que dejará de vivir, pues sus padres a fin de resguardarla, la habían envuelto en cobijas, sin embargo notaron que ya no respiraba y aunque socorristas de la Cruz Roja, la trataron de reanimar, ya había muerto.

Ahora, Félix Domínguez, de oficio lava carros, su hijo Esteban y su esposa Marcela Cristina Castillo Gamiño, se quedaron sin nada, es decir, perdieron ropa, casa, alimentos y al menos ellos pasarán la navidad, al igual que Antonio Morales y Álvaro Ramírez Guerrero en un albergue, mientras los restos de lo que era su casa, son recogidos.

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