Tener una carnicería es un negocio de 24 – 7
Jorge Alberto comenzó en el negocio sin tener la menor idea de lo que iba a enfrentar
Pénjamo, Guanajuato.- Jorge Alberto Morales un carnicero que desde el 2010 abrió su negocio, el día de la raza, un 12 de octubre y comentó que él no sabía distinguir entre un aguayón y una bola; comenzó pues, desde cero.
El principiante de carnicero, en esos tiempos, no sabía ni comprar un animal, no sabia trabajar la carne y tuvo que aprender el negocio a puro “partir piedra”, y señaló que fue bastante complicado pasar por la curva de aprendizaje.
A lo primero que se enfrentó Jorge Alberto fue aprender a trabajar la carne, reconocer cuales eran las partes y saber cual es el uso que se le da a cada porción del animal, puesto que hay carne para cocer, o para freír o para asar o para hacer un caldo, y cada parte tiene en sí unas cualidades que son propias para cada tipo de cocimiento.
“Esto lo debe saber un carnicero para poder ofrecerle al cliente una buena carne y que su platillo quede sabroso”, pero esto yo lo ignoraba, señaló el carnicero.
También un buen carnicero, mencionó Jorge, debe saber comprar un animal, puesto que hay ejemplares que son muy grasosos y eso representa pérdidas, puesto que a los clientes no les gusta una carne grasosa, y hay que retirarle todo ese excedente. Así que se fue desarrollando en el trabajador de la carne un ojo sobre la percha de los animales, ha aprendido a distinguir un animal musculoso que tiene buena carne para ser ofrecida a los clientes.
“Muchas veces me metieron gol y me vendieron animales de baja calidad, en donde no podía sacar ni la inversión del costo del ejemplar.” Contó el penjamense que estos fueron los problemas a los que se enfrentó al abrir la carnicería y no conocer el negocio.
El carnicero recomienda a todos aquellos que se quieran dedicar al negocio de las carnes que en primera conozcan del negocio, posteriormente que sepan hacer números y verifiquen que un animal les dé el rendimiento necesario para que haya ganancia y no perdidas, pues refiere que conoce a varios colegas que no hacen cuentas y la mayoría de las veces pierden.