Borrachera de toreo en la primera de feria leonesa

El Payo enorme, Roca Rey y Gilio enormes y a hombros, los toros enormes

León, Guanajuato.- Texto y fotos: Juan José López Luna. Con un lleno en los tendidos y en el callejón, además un ambiente festivo, se dio la primera corrida del serial taurino en la plaza La Luz, teniendo colgados en el cartel a Octavio García El Payo, Andrés Roca Rey y Arturo Gilio, los cuales estuvieron enormes derrochando toreo y arte en la arena, contando para ello con un buen encierro de Los Encinos, de 6 toros 6 faenas y 6 ovaciones en el arrastre, siendo premiado el tercero, de los espadas Andrés y Arturo salieron a hombros con 2 y 3 orejas respectivamente y Octavio se fue  a pie con 1 perdiendo otras 2 con la espada, Gilio resultó con posible fractura de costillas, pero en un gesto de pundonor y vergüenza torera despachó al sexto. Antes del paseíllo homenajearon al cantante José Julián en el día grande de la ciudad.

EL PAYO AÚN TIENE CON QUÉ LLEGAR A FIGURA

El diestro queretano salió a comerse con todo y pezuñas a su primer toro, apenas apareció en el ruedo y lo recibió con estupendas verónicas y una media que la gente le coreó fuerte, luego con la muleta comenzó muy torero y con una sonrisa de gusto, tandas por la derecha y en redondo, cadenciosas, templadas y con el sello suyo generando el entusiasmo entre la gente, luego con la mano izquierda se dio Octavio a torear e ilusionar a sus seguidores, pues luego de aquella mala tarde venteña, estaba resurgiendo al toreo, larga fue la faena con pasajes de mucha torería y verdad y cuando la gente ya tenía los pañuelos en la mano para pedir las orejas y premiarlo, vino pesadilla con la espada, una y otra vez pinchaba en hueso hasta 8 veces y luego con el descabello, por lo que lo abuchearon. Con su segundo, El Payo salió algo desmoralizado, pero toreando con mucho arte y poco a poco fue metiendo al toro en los vuelos de capote y muleta lo mismo que a la gente, otra faena de mucha valía llena de arte, temple y torería por ambos lados, otra vez apareció la sonrisa y el gusto por bordar el toreo, se fue tras la espada y dejó una media afectiva y por ello le dieron una oreja para aclamarlo en la vuelta triunfal.

ROCA REY ESTÁ IMPONENTE COMO TORERO

El diestro peruano Roca Rey, está en la cúspide del toreo mundial y como torero en la arena está imponente, ha madurado y ahora conecta más rápido con los tendidos, por eso apenas se abrió de capa con su primero y retumbaron los olés en la plaza, sobre todo en unas verónicas a pies juntos muy ceñidas y luego en las chicuelinas y gaoneras rematadas con una larga a una mano de pintura, con la muleta se puso en los medios y pegó 2 péndulos y en seguida a correr la mano en tandas de derechazos y naturales, largos y redondos provocando la algarabía en los tendidos y más en unas series de pases casi a cámara lenta por la derecha y la izquierda con adornos y remates, cuando se fue tras la espada la gente estalló de júbilo, pero la espada quedó trasera y caída y sólo le dieron 1 oreja. Con su segundo Andrés estuvo igual de torero y dispuesto a triunfar, pero el toro fue poquito menos bueno que el primero, por ello le recetó varias tandas por ambos lados muy largas y templadas en los medios, pero luego el astado se rajó y quiso que en el tercio le torearan, así lo hizo Andrés y para gusto de los aficionados, y ahí lo despachó de una entera y lo premiaron con otra oreja.

ARTURO GILIO DIÓ UNA LECCIÓN DE VERGÜENZA TORERA

El novel espada Arturo Gilio salió al ruedo dispuesto a triunfar y no dejarse ganar por sus alternantes, por muy figuras que fueran, por eso a su primero lo fue toreando con mucha torería desde el capote arrancando por ello los olés con mucha fuerza, después con la moleta le bordó tandas al noble toro por la derecha a izquierda en redondo y con mucho temple, la gente todo le coreaba y luego cuando se fue por derecho dejando un estoconazo, fue levantado en vilo con el pito derecho cayendo por fortuna de pie, pero se dolía mucho del costado izquierdo. Al parecer sufrió fractura de costillas. Las 2 orejas como premio le dieron y con ellas recorrió el ruedo haciendo gestos de dolor. Se temía que ya no iba a salir Gilio de la enfermería, pero el chaval en un gesto de pundonor y vergüenza torera, salió ya sin la casaquilla y de rodillas con el capote recibió al segundo de su lote por verónicas y ya de pie pegó unas chicuelinas y con la muleta comenzó con cambiados por la espalda a medio ruedo, después a correr la mano en derechazos y naturales muy toreros y templados con remates, todo ante la algarabía de la gente que conectó mucho con él, por eso cuando se tiró a matar y dejó una media y después un descabello, le dieron otra oreja entre gritos de torero torero. Al final salió junto con Roca Rey a hombros de la plaza, pero directo al hospital.

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