Guanajuato, Gto.
Con la ausencia de familiares de la víctima y sin representación de la Secretaría de Gobernación y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) cumplió la orden penal de ofrecer una disculpa pública por el caso de José Salvador Cárdenas Fuentes, joven de 19 años, víctima de desaparición forzada y homicidio en Irapuato, y a su madre, María de la Luz Fuentes Caudillo.
La ceremonia se llevó a cabo en el exterior de la histórica Alhóndiga de Granaditas, con el secretario de Seguridad y Paz del gobierno del estado de Guanajuato, Juan Mauro González Martínez. Acudieron representantes de la Plataforma por la Paz y la Justicia de Guanajuato, buscadoras de personas desparecidas y amigos del agraviado, procedentes de El Llanito, municipio de Irapuato.
El hecho
El 17 de marzo de 2017, a las 19 horas, José Salvador Cárdenas Fuentes, de 19 años, salió de su casa ubicada en la comunidad Rancho Nuevo del Llanito en Irapuato, en compañía de su primo, Andrés Ramírez Cárdenas.
Se dirigían en una motocicleta verde a la comunidad La Calera a visitar a la novia de Salvador. Al pasar por un predio nombrado “La Aguacatera”, se detuvieron para que Andrés orinara y hasta José Salvador llegó un grupo de militares que detuvieron y luego golpearon con una tabla al muchacho. Andrés huyó del lugar y más tarde regresó sólo para confirmar que testigos señalaron que los soldados se habían llevado al otro joven.
El 19 de marzo, María de la Luz Fuentes Caudillo, madre de Salvador, promovió una demanda de amparo a su favor, la cual resultó procedente. El 24 de marzo de 2017, José Salvador fue localizado sin vida a un costado de la carretera federal 45 Salamanca-Irapuato, kilómetro 98.5. Una bala penetró su cráneo.
La mujer inició un proceso de exigencia de justicia para su hijo y tuvo el apoyo de la Plataforma por la Paz y la Justicia. Tras un proceso penal que duró 7 años, el juzgado IX de Distrito ordenó a la SEDENA reconocer que incurrieron en desaparición forzada del joven y que externaran una disculpa pública, hecho que fue cumplido este sábado 18 de enero de 2025.
La disculpa
Fría mañana, a las 10 horas del día, en la Alhóndiga de Granaditas en la ciudad de Guanajuato, Vicente Pérez López, comandante interino de la XII Zona Militar, y el responsable en turno del 8vo Regimiento Militar Blindado de Reconocimiento, expresaron la disculpa pública, dirigida a José Salvador y a su madre, “por los graves daños causados; en reconocimiento de la dignidad de éste como persona y ratificar la voluntad de que no volverán a ocurrir hechos de esta índole”. También asumieron el compromiso de impulsar un trabajo de concientización en el ejército para que sus elementos tengan más conciencia del respeto a los derechos humanos.
Posteriormente, integrantes de la Plataforma por la Paz y la Justicia en Guanajuato, a nombre de la familia, expresaron su postura.
El activista Raymundo Sandoval destacó la importancia de la disculpa pública y el compromiso porque no se repitan ese tipo de hechos. Puso énfasis en la ausencia de la Secretaría de Gobernación y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y en que a siete años de la muerte de José Salvador no hay señalamientos sobre las personas responsables del homicidio.
Sandoval hizo un recuento para enumerar que más de 121,275 personas en el país y unas 4,449 en el estado han desaparecido en los últimos 6 años, por lo que el reconocimiento del ejército a su responsabilidad “es un acto más que simbólico”. El activista y académico añadió que falta el castigo a los responsables.
Le siguió Frabrizio Loruso, también integrante de la plataforma, quien también destacó la importancia de la disculpa e hizo una emotiva descripción de José Salvador como ejercicio de dignidad y respeto a su memoria. Hizo un retrato íntimo del joven y su relación con su familia y su comunidad:
José había vivido en Rancho nuevo del Llanito. Su platillo favorito eran los nopalitos fritos con garbanzos. Era risueño y jocoso, amante del futbol y justaba jugar “cascaritas”. Le iba a Los Coyotes del Llanito, el equipo de su comunidad “y las disque invencibles chivas rayadas”. Lo mismo jugaba portero que delantero y le encantaba bailar.
Su padre y sus tíos se fueron un tiempo de braceros y él lo intentó, pero no lo logró. Dejó de estudiar la preparatoria para sembrar sorgo y maíz. Un tío le puso el apodo de “chile seco” porque crecía delgado y alto.
Solía ir a pie a San Juan de los Lagos y a su joven edad “sabía todo lo del campo”. Grababa videos que subía a las redes digitales, era muy amiguero y le gustaba pasear.
Ambos activistas exigieron a Fiscalía General de la República FGR y a la CNDH que avancen en las investigaciones. También señalaron que en caso de que los recursos sean insuficientes, debe crearse una Comisión Independiente para la investigación, tal como se establece en el “Protocolo de Minnesota sobre la investigación de muertes potencialmente ilícitas” de la ONU, versión 2016.
La ceremonia duró poco más de media hora. Los soldados tardaron más en montar y desmontar el espacio para la ceremonia que en leer los dos documentos, casi idénticos, con los que se disculparon.
Una mujer se alejó con su cartel que exigía la aparición de su hija. Estudiantes de la Universidad Iberoamericana y los activistas, así como el funcionario estatal que acudió, atendían a los medios. La tropa compraba burritos gigantes y tacos al vapor. Subieron a sus unidades y se fueron. La Alhóndiga volvió a su rutina matinal de fin de semana.