¿Cómo financiar tus cursos de capacitación continua?


Las capacitaciones son un pilar fundamental en las compañías rentables, y es que estamos hablando de una de las maneras más conocidas de brindarles conocimiento a los colaboradores para que estos adquieran nuevas habilidades que les permitan tomar mayores responsabilidades. Además de eso, hacen innecesaria la contratación de una persona previamente instruida y los empleados obtienen formación útil para el resto de su vida.

Sin embargo, aunque sea sumamente recomendado, directivos nuevos en el tema no siempre saben cómo llevar adelante una capacitación para empresas. En el caso de que algo así te ocurra, a continuación te hablaremos sobre las distintas maneras que existen para financiar las formaciones.

Financiamiento interno

Una manera sostenible de financiar los cursos es de manera interna, metodología que consiste en recurrir al presupuesto para costearla por completo. Incluirá el pago directo de las cursadas, materiales, gastos de viaje de los empleados, etc. Es una buena forma sobre todo para las compañías que tienen bastante capital y no se preocupan por usarlo en la adquisición de conocimiento de los colaboradores. No obstante, en caso de tener recursos limitados será imposible de poner en práctica.

Requiere de una planificación cuidadosa y estrategias que a largo plazo sean rentables, ya que de no serlo se corre el riesgo de cortar las formaciones repentinamente, algo que por supuesto a ninguna de las partes implicadas beneficiará. En ciertos casos es necesario fijar un presupuesto límite para que una capacitación para empresas efectiva no dé más pérdidas que ganancias.

A pesar de ser muy recomendado en grandes organizaciones, es clave prestarles atención a las siguientes alternativas para no comprometer la salud económica de tu emprendimiento si no tiene los recursos necesarios.

Programas de reembolso

En los programas de reembolsos, la empresa pone en funcionamiento un método en el cual el empleado costea por adelantado las capacitaciones y en el corto plazo presentará una solicitud para que le reintegren el capital. Dependiendo de las políticas empresariales, puede funcionar de varias formas: mientras que ciertas compañías ofrecen el reintegro total, algunas se hacen cargo de un gran porcentaje. Por su parte, otras establecen un límite de cantidad de capacitaciones reembolsables.

Ambas partes se ven beneficiadas, ya que las organizaciones llevan a cabo un control total de los costos mientras los empleados adquieren habilidades y conocimientos que les servirán para toda la vida. Son una excelente alternativa para motivarlos a buscar nuevas oportunidades de desarrollo porque invertirán poco dinero.

A pesar de todos sus puntos positivos, también tienen sus limitaciones. Al igual que la metodología anterior, no es recomendable en empresas con presupuestos escasos y quizá no todos los colaboradores tengan la capacidad financiera para hacer frente a los costos. Para evitar problemas más adelante, es fundamental que las políticas sean claras y cada uno de los trabajadores inscriptos haya leído los términos y condiciones.

Subvenciones y becas

Continuando con el listado, toca hablar de las subvenciones y becas que existen para financiar los cursos. Aquí entran en juego otros factores, como la presencia de organizaciones no lucrativas, gobiernos locales/nacionales, u otras entidades cuyo fin es el de hacerles la vida más sencilla a trabajadores y empleados. Dichos beneficios pueden ser exclusivamente para ciertas capacitaciones como, por ejemplo, en el área tecnológica. De esta manera, es posible que la compañía obtenga financiamiento en toda o gran parte de la formación profesional.

Si una subvención gubernamental le sirve a la entidad, podrá aplicar y esperar la aprobación. Otra de las ventajas es que no se hace frente a costos directos y expanden el prestigio empresarial y la posición en el mercado laboral.

Algo un poco negativo es que los procesos de solicitudes suelen ser altamente competitivos, una cosa bastante lógica si tenemos en cuenta que son muchos los emprendimientos que desean sumarse a los beneficios que dan los gobiernos o entidades sin fines de lucro. Además del tiempo que toma esperar la aprobación, también hay que investigar bastante para ver si el programa beneficia realmente a la empresa y se cumplen los requisitos establecidos.

Préstamos para la capacitación

La cuarta manera de conseguir una financiación sustentable es mediante préstamos con instituciones financieras. Así, es posible cubrir todos los costos y pagarlos en varias veces con los intereses correspondientes. Son una excelente alternativa para las empresas incapaces de solventar los costos desde el primer momento, ya que aplazan las deudas hasta un momento en el cual sí pueden pagarlas.

Como desventaja, al tomar un préstamo se acepta que a largo plazo habrá que pagar intereses, pero estos podrían abonarse sólo con los beneficios que den los trabajadores luego de haber adquirido nuevas habilidades. Aunque a la larga los costos son bastante más altos, el tiempo juega un rol fundamental en esta forma de financiación.

Antes de tomar la importante decisión de usar o no un préstamo, es clave que los directivos analicen si las capacitaciones son estrictamente necesarias para optimizar el desempeño de los trabajadores y si eso repercutirá o no rápidamente en el desarrollo de la compañía. Si la respuesta es no, entonces se estaría incurriendo en un gasto inútil difícil de solventar.

Colaboraciones con instituciones educativas

La quinta y última manera que explicaremos, es mediante alianzas o colaboraciones estratégicas con otras instituciones. Cuando el emprendimiento logre cierto nivel de prestigio a nivel nacional, puede que se abran varias puertas para establecer tratados inteligentes con compañías capaces de brindar capacitaciones amplias a los colaboradores. Por ejemplo, en estos tiempos es bastante normal que dos o más organizaciones se unan para compartir gastos de formación y todos los empleados ganen conocimiento con inversiones muy reducidas.

Como si eso fuera poco, es posible colaborar con instituciones educativas dispuestas a brindar formación de calidad dando algo a cambio. Son una forma genial de obtener habilidades que serían imposibles de manera interna ya que quizá no se cuente ni con el conocimiento ni con la infraestructura para lograrlo. Es la que menos desventajas tiene porque no hace falta una gran inversión ni pagar intereses a largo plazo.

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