Irapuato, Guanajuato.- “Ya estoy harta, estoy hasta la madre, y no por el trabajo sino porque salgo de mi turno después de haber atendido pacientes graves por coronavirus y la gente anda en la calle sin cubre bocas, gente que no tiene necesidad de salir y andan en fiestas, lugares concurridos, paso por restaurantes y la gente aglomerada, estoy harta de ver que les está valiendo queso y uno deshidratándose con el traje que nos protege del virus” dijo Adriana “N”, enfermera.
La enfermera trabajadora del Hospital Materno Infantil en el Covitario con pacientes graves, dijo no ser fácil su trabajo a raíz de la pandemia del coronavirus, ya que los pacientes graves por Covid-19 se vuelven “difíciles” en el sentido de que tienen que cargar con todo su para poderlos movilizar, pues muchos están intubados y generalmente son personas obesas, situación que recae en los doctores y enfermeros una carga física y mental muy grande.
Adriana dijo que al menos en los Hospitales Covid, entre la población de enfermería ya está habiendo repercusión psicológica al ver tanta gente que muere en sus manos, ya que muchos están teniendo problemas para dormir y pesadillas por la situación de ver morir personas día a día debido al virus, añadiendo que quienes se van a quedar con muchas broncas mentales son los enfermeros que están de diario trabajando en atención de estas personas.
