Irapuato, Guanajuato. – Kimberly Guerrero Acosta, joven de 22 años de edad mejor conocida como “Míster Michoacana” o simplemente “Kim”, hace aproximadamente 5 años decidió poner sus propios negocios de paleterías.
Decidida a seguir su pasión, “Kim” abrió sus propios locales de paleterías, si bien comenzó estudios universitarios, pronto se dio cuenta de que no estaban alineados con su verdadera vocación, donde mencionó “no era feliz, y decidí no perder más mi tiempo y dedicarme a lo que de verdad me apasiona”, abandonando la carrera a la mitad y regresando por completo a sus negocios, donde encuentra la verdadera felicidad.
“Kim” no sólo es una emprendedora “exitosa”, sino también una mujer trabajadora y carismática que siempre está dispuesta a ayudar, su compromiso con la calidad y el servicio la lleva a una constante capacitación para mejorar sus productos y hacer que cada cliente se sienta satisfecho con sus productos y servicios.
La historia de “Kim” está arraigada en la tradición familiar, pues su padre, hace más de 25 años, decidió establecer su propio negocio de paleterías en Irapuato, siguiendo la tradición familiar que se remonta a generaciones en Tocumbo Michoacán.
Fue entonces donde “Kim” comenzó a forjar su amor por el negocio de las paleterías, ya que desde muy pequeña se veía involucrada en este ambiente comercial, en donde no solo lo veía como un negocio sino como un momento para compartir con las demás personas.
Para Kim, las paleterías no son solo un lugar para vender helados o bebidas refrescantes, sino un escenario donde se tejen historias familiares y momentos de amistad. “Va más allá de vender productos, es formar parte de las historias de las personas, haciéndonos partes de sus momentos “, mencionó.
Ha sido testigo de innumerables anécdotas a lo largo de los años, desde abuelitos que comparten un helado con sus nietos hasta padres que compran un helado a sus hijos para hacerles sentir que su día es “especial”.
Lo que “Kim” valora profundamente es la idea de que ella forma parte de estos momentos y no solo es una vendedora de productos, ya que también ha presenciado cómo parejas han tenido las mejores citas de sus vidas después de compartir un helado, demostrando que no es el lugar, sino la persona, lo que hace que un encuentro sea especial, incluso ha sido testigo de reconciliaciones que se gestaron en torno a un buen helado y una buena conversación.