Cuerámaro, Guanajuato.- Bertha Canchola de 59 años de edad, tiene 38 años de comerciante en el Mercado Hidalgo del municipio de Cuerámaro y relató lo maravilloso que ha sido trabajar en ello.
Todo comenzó por la necesidad que doña Bertha y su esposo tenían, a lo que su suegra les dejo un pedacito en el mercado, el cual hasta el día de hoy les ha dejado tanto.
“Nunca imagine que sería comerciantes, cuando me case con mi marido y formamos una familia, nunca nos alcanzaba el dinero y decidimos ser comerciantes y gracias a mi suegra lo logramos”, dijo.
Para Bertha, el estar en el mercado es una gran satisfacción, ya que al paso de los años ha conocido gente maravillosa que se han convertido en grandes amigos.
“Yo le digo a mis hijos que sé que ya estoy vieja, pero cuando llego al mercado y abro mi negocio, aquí no me siento vieja y le agradezco a mi suegra, por todo lo que nos ayudó y gracias a ella tenemos lo que tenemos, gracias a Doña Lupe Rocha”, señaló.
La cueramarense señaló, que a ninguno de sus hijos les gusta el comercio, pero espera que el día que falte, sus hijos continúen con el negocio que por años les ha dejado tanto.
La frutería “La Prieta”, es un lugar de la cual doña Bertha, se siente orgullosa y espera seguir sirviendo a los cueramarenses por muchos años más.
