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Estudió hasta 3er año de primaria, hoy es maestra: Raquel Martínez, costurera y formadora

A pesar de las adversidades, Raquel alcanzó su sueño de niña, enseñar costura; ha formado a muchas personas en su comunidad

Huanímaro, Guanajuato.- Raquel Martínez, originaria de Huanímaro, es un claro ejemplo de perseverancia y lucha por alcanzar los sueños, a pesar de las limitaciones que le impuso su contexto. Desde pequeña, su mayor anhelo era convertirse en maestra, aunque no tuvo la oportunidad de continuar sus estudios más allá del tercer año de primaria.

“Mi papá no me dejó ir a la escuela, aunque yo quería estudiar, así que solo cursé hasta el tercer año de primaria. Mi sueño era ser maestra”, recordó Raquel con nostalgia. En aquella época, los padres no veían con buenos ojos que una niña fuera a la escuela, pues se consideraba inapropiado que anduviera “por ahí sola”. Estas palabras de su padre marcaron su vida y su educación.

A pesar de las dificultades, Raquel no perdió la esperanza de aprender. Gracias a su insistencia, su padre accedió a inscribirla en un taller de corte y confección, ya que le reconocían habilidades para la costura, pues desde niña se divertía fabricando ropas para sus muñecas.

Con el paso del tiempo, Raquel se especializó en la creación de ropa para los Niños Dios, una tradición que la llevaría a convertirse en una costurera muy conocida. Durante años, se dedicó a elaborar vestidos para figuras religiosas, incluso personas de Michoacán viajaban hasta Huanímaro exclusivamente para comprarle ropa para sus santos y niños.

“Todo comenzó cuando en una fiesta una señora que vendía ropas para los santos me preguntó por qué no fabricaba este tipo de prendas. Me dijo: ‘Anímate, se venden muy bien’”, comentó Raquel. Así fue como inició su carrera en la confección de vestidos para el Niño Dios, con resultados tan exitosos que pronto se ganó el reconocimiento de la comunidad.

Sin embargo, la historia de Raquel no termina allí. Una funcionaria del ayuntamiento la invitó a dar cursos de costura, pero en un principio, Raquel rechazó la invitación debido a que tenía hijos pequeños y debía atenderlos. Sin embargo, la funcionaria persistió y logró convencerla para que diera un curso en la Casa de la Cultura en la cabecera municipal. Lo que inicialmente parecía una obligación se convirtió en una pasión, y Raquel comenzó a dar cursos de costura en varias comunidades del municipio.

Fue así como cumplió su sueño de convertirse en maestra, un sueño que había alimentado desde su niñez. Hoy, Raquel Martínez es una figura importante en su comunidad, donde ha formado a muchas personas en el arte de la costura, transmitiendo su amor por la enseñanza y su destreza en la creación de prendas que reflejan tradición y arte.

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