Irapuato, Gto.- José Raúl Banda Murillo, es un joven Irapuatense de 26 años, vecino de la colonia Villareal, todos los días desde hace 3 años y medio se gana la vida haciendo malabares en los semáforos.
La gente lo ubica como un malabarista plateado que ronda la ciudad y hace base en algún semáforo donde aprovecha la luz roja para hacer sus malabares y después acercarse a los autos en espera de una moneda.
Raúl comenta que la ganancia que tiene como malabarista callejero es muy variable, que se mueve constantemente e incluso se va a otras ciudades, Raúl recordó haber estado en Culiacán, una de las ciudades que ha visitado, en donde dice le iba bien, pero el clima era muy pesado.
Aunque no siempre gana bien él dice que prefiere hacer esto, pues los trabajos que puede conseguir con apenas la secundaria son muy mal pagados. “Pues ni modo que me ponga a robar” dice.
Para llevar el sustento a casa, donde diario lo esperan su esposa y su hijo de poco más de un año, Raúl elige uno o más semáforos al día para hacer sus malabares, pero esta actividad ha provocado que en varias ocasiones haya ido a parar al Centro de Rehabilitación Social (CERESO) en varias ocasiones.
“Comencé hace 4 años, con unos amigos que se juntaban y ellos hacían este tipo de malabares, comencé a practicar y después de 6 meses cuando ya lo dominé comencé a ponerme en los semáforos”.
CRISTOBAL CHÁVEZ / NOTUS
Twitter: @CristobalNotus
