Irapuato, Guanajuato.- El pasado 27 de noviembre comenzó el periodo litúrgico cristiano llamado Adviento, que consiste en la preparación espiritual para la celebración del nacimiento de Cristo. El Director del semanario EMAÚS de la Diócesis de Irapuato, el sacerdote José Jesús Flores, relató el significado y la finalidad de esta preparación espiritual.
“El Adviento es un tiempo litúrgico que consta de cuatro domingos en donde la iglesia se prepara la segunda venida de Cristo. En los primeros dos domingos recalcan el glorioso advenimiento de Jesucristo al final de los tiempos a juzgar a los vivos y a los muertos como lo dice el credo, las siguientes dos semanas es una preparación con motivos de celebración en gozo y esperanza la llegada histórica de Jesucristo el Salvador nacido de la Virgen María.”, relató.
- En el primer domingo, en familia al igual que en cada comunidad parroquial, se enciende la primera vela de la Corona de Adviento, color morada, como signo de vigilancia y deseos de conversión.
- En el segundo domingo se enciende la segunda vela morada de la Corona de Adviento, como signo del proceso de conversión que estamos viviendo.
- En el tercer domingo encendemos en la corona como signo de la espera gozosa la tercera vela de color rosa.
- En el cuarto domingo los preparativos para la fiesta deben vivirse en armonía y gozo con el propósito de aceptar a Jesús en los corazones. Es así que las familias y las comunidades encienden la cuarta vela morada de la Corona de Adviento.
El padre concluyó mencionando que la finalidad del Adviento sirve también como terapia de nuestra historia personal no tenga que estar envejecida, sino que debe renacer, “el espíritu del Adviento es transmitir el proyecto de Dios regalándonos proyectos de salvación para estar en un espíritu de paz, de esperanza, renovación y de harmonía para caminar juntos hacia el verdadero paraíso.”, concluyó.