Guanajuato, Gto.- El actor, bombero y rescatista originario de Guanajuato capital, Edwin Aldrin Barrón Rubio, participó en los rescates de personas atrapadas entre los escombros de los edificios derrumbados en la Ciudad de México y el estado de Puebla. En sus tiempos libres, estudiaba el monólogo “El Ilegal”, obra que ganó un premio universitario.
El guanajuatense comentó que durante una etapa de su vida formó parte del cuerpo de rescate de Protección Civil de la capital, y gracias a eso fue comisionado para apoyar en las labores de rescate de los damnificados. Sin embargo, en ese momento se encontraba preparando una obra de teatro inscrita en un concurso de la Universidad de Guanajuato (UG).
El actor contó que era parte del grupo de teatro “Batracio”, y uno de los profesores de la compañía, el maestro Juan José Prado, le asignó el monólogo “El Ilegal”, el cual fue inscrito en el primer concurso de texto dramatizado de la UG. Justo cuando estaba en esos preparativos, ocurrió el sismo en la Ciudad de México y fue comisionado, junto con otro compañero, para participar en las labores de rescate, ya que ambos habían recibido un curso llamado “ADLS” (Soporte Avanzado de la Vida en Desastres).
En esa capacitación, Barrón Rubio explicó que aprendió cómo salvaguardar la vida de las personas en casos de ataques terroristas, desastres naturales, epidemias, ataques con bombas y estructuras colapsadas, entre otros.
En ese momento, el rescatista trabajaba para otra dependencia gubernamental y ya no pertenecía a Protección Civil. Sin embargo, como él y su compañero eran los únicos con esa capacitación, fueron invitados a participar en las labores de rescate.
El rescatista recordó que, una vez que llegó a la Ciudad de México, fue llevado al centro de mando donde se reunían todas las corporaciones de rescatistas del país. Al llegar, le dijeron: “Descansa, porque no sabes cuándo lo volverás a hacer. Muy probablemente mañana sean comisionados a algún punto de la ciudad”. No pasaron ni 20 minutos cuando alguien anunció: “¡Delegación de Guanajuato, preséntense a recibir órdenes!”.
El actor-rescatista fue comisionado a una maquiladora que había colapsado, donde 100 mujeres estaban trabajando al momento del desastre. Cuando él llegó, solo habían rescatado a tres. Junto con la delegación de Guanajuato, lograron identificar el lugar donde había más víctimas atrapadas.
Posteriormente, junto con su delegación, fue enviado al Colegio Rébsamen. Sin embargo, su ayuda no fue requerida debido a la gran cantidad de apoyo presente, por lo que fueron enviados a Xochimilco, donde evaluó los edificios, ya que las personas temían regresar a sus casas por el riesgo de derrumbe.
Edwin recordó la experiencia como interesante pero difícil. “En la calle de Ámsterdam y Popocatépetl vi el caos que imperaba en la Ciudad de México: niños corriendo, gente gritando, edificios destruidos, vidrios y escombros cayendo de los edificios a punto de colapsar”.
En Izúcar de Matamoros, Puebla, un comandante solicitó su ayuda, por lo que fue enviado allá. “Cargamos la camioneta con víveres. Al llegar, nos recibió el presidente municipal y nos ofreció una comida, la primera que hacíamos después de cuatro días de trabajo”. Tras comer, iniciaron las labores de auxilio en los albergues instalados en la zona.
En cada momento de descanso, el rescatista aprovechaba para estudiar el guion de “El Ilegal”, que pronto se presentaría en el concurso de la UG. Tras la emergencia, regresó a Guanajuato, presentó la obra y ganó el primer lugar.