Recuerdos de “Petrita”, de la tierra al cielo

Doña Petra, una orgullosa penjamense dejo un inmenso legado de amor, matriarcado, valentía y alegría en sus hijos, nietos y amigos que tuvieron la fortuna de conocerla

Pénjamo, Guanajuato.- El 29 de octubre de 1927 en la comunidad El Mármol en Pénjamo, nació Petra López Cardona, madre de 9 hijos, la mayoría mujeres, fueron criados con amor y valentía, pues a la edad de 32 años la señora Petra quedo viuda, y con mucha fuerza saco a todos adelante.

El 21 de marzo del 2015, “Petrita” perdió la vida y como el ciclo de vida, dejo este plano terrenal.

María de la Luz Herrera López, hija menor de “Petrita”, cada 29 de octubre y 2 de noviembre visita el panteón de Pénjamo, para pasar tiempo con su mamá, platicando y conviviendo con quien en vida le dio amor y educación.

“Antes de que mi mamá muriera, nos dijo que ella quería estar sobre la tierra junto con su esposo y sus seres queridos, entonces decidimos hacerle una ‘casita’ y en una ocasión vine con mi hijo al panteón y le dije que cual le gustaba para hacer una para mi mamá, vimos una y la copiamos, buscamos al albañil y le hizo su bella ‘casita’ a mi madre”, explicó María.

El amor incondicional de la familia por la señora Petra, hizo que todos los hijos cooperaran para la construcción de esa pequeña “casita” en el panteón y así cumplir el deseo de la penjamense.

“Recuerdo que cuando se terminó la construcción de la casita, soñé a mi mamá, de repente sonó el teléfono de la casa y yo estaba dormida y sabía que mi mamá ya no estaba y contesté y dije, – ¡BUENO! – y me dicen del otro lado de la línea, – CHIQUITA ¿DONDE ANDAS? -, así me decía mi mamá y que le digo, – MAMÁ QUEDATE CONMIGO – y con el teléfono todavía en la oreja me dijo, – YA ESTOY DESCANSANDO -, les conté con gran felicidad a mi hijos y hermanos y todos quedaron muy conformes con lo que yo les decía que había pasado”, externó

“Petrita”, dejó su casa en la comunidad El Mármol y María de la Luz, externó que es una bendición poder regresar a casa de su madre y percibir su aroma, ver sus fotos y apreciar los recuerdos.

“Venir cada 29 de octubre y 2 de noviembre es una tradición, pues el 29 de octubre, para nosotros era fiesta nacional, ese día mi madre cumplía años y siempre la festejábamos en grande y ahora que no está, venimos a festejarla y visitarla al panteón”, dijo.

Por otro lado, Claudia Ortiz, nieta de “Petrita”, externó su gran amor por su abuela y agradece a Dios la oportunidad de permitirle dejarla disfrutarla unos años.

Así como Claudia, Humberto su hermano, se recibió como Cirujano Dentista y pocos meses después de que “Petrita” dejara de existir, él con todo su amor le llevo su tesis a la tumba con una dedicatoria que movió cada una de sus fibras; para el amor de su vida.

La familia Herrera López, siempre recordara el legado que doña Petra dejó en vida, con momentos divertidos, de amor y felicidad siempre la tendrán presente.

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