México.- Una gran mayoría de aficionados al futbol esperaban que en la final de la, Champions League se pudiera dar un Real Madrid-Barcelona, incluso hasta un Bayern Múnich-Real Madrid, pero pocos fuera de Turín esperaban que la Juventus jugara venciera a los “merengues” y se tuviera que enfrentar ante el Barcelona la final de la Liga de Campeones de Berlín el día 6 de junio.
A pesar de que nadie lo expresó, pero todos querían a la Juve como rival en las semifinales antes del sorteo de la ronda de los cuatro últimos. Parecía el rival más débil, pero en el fútbol no hay nada escrito.
Al mandato de un Lionel Messi imparable, el Barcelona avanzó casi inmediatamente a lo largo de la competición y el martes perdió por 3-2 en la vuelta de las semifinales ante el Bayern Múnich quizás porque al equipo de Luis Enrique se le vio un poco relajado. El 2-1 con el que ganaba al descanso y el 3-0 que había logrado en la ida ante el equipo dirigido por ex técnico, Josep Guardiola, eran ya insuperables para los del Bayern.
Por otra parte la Juve sufrió mucho más para volver a una final de Champions y fue desde el 2003, cuando cayó en penaltis ante el Milan. En la fase de grupos fue segundo por detrás del Atlético de Madrid, y las eliminatorias fue pasándolas con trabajo.
Los italianos jugarán su octava final de la Copa de Europa, pero sólo suma dos títulos, mientras que el Barcelona lleva disputadas también siete finales, pero por el contrario, ganó cuatro títulos. En los últimos 12 años, además, ganó tres de sus cuatro trofeos.
Ningún equipo ha marcado la última década como el Barcelona. En 2006 logró su segunda Copa con un grupo liderado por Ronaldinho y dirigido por Frank Rijkaard, en el que ya empezaba a despuntar Messi.
Después, la “Pulga” lideró una gran racha a la que le dio forma Guardiola, que no sólo condujo a los azulgranas a los títulos de 2009 y 2011, sino que lo hizo con un fútbol para el recuerdo.
El Barça llega a Berlín con el “Mesías” de nuevo en una de sus mejores versiones, pero ahora acompañado en la delantera por otros dos “asesinos”, el brasileño Neymar y el uruguayo Luis Suárez, un tridente que asusta a cualquiera.
