Esta fue la conclusión a la que llego Isaac Abramov, profesor de Psicología del Brooklyn College, luego de un par de estudios que realizó en paralelo para determinar esta diferencia en la percepción que tienen ambos géneros.
Según estos estudios, los ojos de los hombres son más sensibles a los pequeños detalles y a los objetos que se mueven a gran velocidad, mientras que las mujeres son mejores a la hora de distinguir colores.
En uno de estos estudios, se les presentó a quienes participaron, una muestra de un color, y se les pidió que lo describieran con una serie de términos específicos.
“Ambos ven el azul como azul, pero qué porcentaje de rojo ven en el color difiere si el individuo es hombre o mujer”, dijo Abramov.
Lo que explica porque las mujeres son mejores al momento de combinar colores, mientras que el otro estudio se concentró en la forma en que hombres y mujeres perciben los detalles y las imágenes cambiantes.
Con esto se determino, que si una persona padece miopía, con el tiempo si es hombre, tardará más en necesitar usar lentes que si es mujer.
Estas diferencias, según algunas hipótesis, es que en el cerebro se encuentran receptores de la hormona masculina, la testosterona, hormona está muy presente en la corteza cerebral que se relaciona con la agudeza visual.
Otra de estas teorías está indica que los hombres, en su rol de cazadores, evolucionaron las facultades que les permiten divisar a la distancia una presa o un animal que representa una amenaza con mayor precisión, mientras que las mujeres perfeccionaron sus capacidades para mejorar su desempeño como recolectoras.
Abramov aclaró que aunque estas diferencias son leves y que afectan la visión en su nivel más primario, al ser una diferencia biológica, no es posible entrenar al ojo para “mejorar” en lo que hace peor, así como que para estos estudios es importante que entre los participantes se encuentren un número similar de hombres y mujeres para que los resultados no se inclinen hacia uno u otro género.
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