Un paseo por el tiempo… el centro de la ciudad

De regreso por Guerrero y Juárez estaba la peluquería La Regia, donde se juntaban hombre de negocio y la política para degustar un café o echarse una partida de dominó

Última parte Por: Juan José López Luna | Fotos: ADP

Irapuato, Guanajuato.- De regreso por Guerrero y Juárez estaba la peluquería La Regia, donde se juntaban hombre de negocio y la política para degustar un café o echarse una partida de dominó, hacia arriba antes del jardín estaba la famosa zapatería Canadá, donde se calzaban los adinerados y casi frente a esta funcionó la Gecesa…

Y si regresaba por Revolución hacia lo que es correos, ahí funcionó años atrás el hotel México, junto estuvo El Greco y en la planta baja El Rincón de Goya, donde se comía la mejor paella…

por la parte trasera de la hoy catedral, antes Parroquia del centro, llegaban comerciantes de los ranchos aledaños con sus burritos o caballos cargados, había los famosos mesones, donde los guardaban y al final del día ellos dormían para el día siguiente volver al mercado…

Entre la Parroquia y el templo de San José había un jardín cuadrado con pasillo y en medio el primer monumento a los Niños Héroes y a un lado la escuela Aguiluchos de Chapultepec, y en el costado izquierdo del templo estaban las deliciosas nieves de Bartolo, punto donde cada domingo las familias enteras tenían que llegar por su nieve de limón o de fresa.

En esa zona pero en los primeros años del siglo pasado, era el mercado de los olleros y otras vendimias, ya en los 50s. se ponían ahí las caneleras, donde la gente saboreaba una olla de canela y pan recién horneado…

La hoy Catedral, era majestuosa con su grande atrio y frondosos árboles y a su torre subía “el hombre mosca” escalando sus muros, mientras abajo se aglomeraban los parroquianos para aplaudirle, enfrente estaba el mercado Aquiles Serdán, el cual primero se llamó Joaquín Obregón, justo en lo que hoy es la plazuela Hidalgo y era donde todo el pueblo encontraba lo que necesitaba, llamaba la atención especialmente su fuente en medio, que era la Florentina y en sus aguas lavaban las flores que ahí se vendían…

Caminando por lo que hoy es Leandro Valle, podían verse muchas peluquerías y en la esquina de 20 de Noviembre un señor vendiendo pan en su enorme canasto y antes de llegar a Lerdo de Tejada había puestos de comida, donde la favorita eran las tripitas con chile o fritas solamente

y siguiendo hasta el bulevar Díaz Ordaz, que antes era el brazo del río Silao, funcionó aquella legendarias cigarreras El Águila y luego La Moderna, una empresa que le dio trabajo a medio pueblo muchos años, hoy el pasaje El Águila eran parte de sus bodegas…

Allá por los 50s. muchos de los olleros tendían sus cazuelas, macetas , comales y ollas de barro(hoy quedan sólo 2 puestos), siguiendo hasta la esquina de Pedro Moreno y Santos Degollado

En los años 20s. había una herrería de Don José Ramírez siendo muy famosa entre la gente del campo, porque cada semana se amontonaban en la calle para que les hiciera sus azadones, hoces, picos y otras herramientas con que trabajaban las tierras, luego la heredó Don Sebastián y hoy la trabaja en tercera generación José Socorro, a unos metros de ahí existió La Casa Colorada, donde años después se edificó el actual templo de La Divina Providencia…

Regresando a Manuel Doblado, y donde hoy están los portales del mercado Hidalgo, había un mercado pequeño y casas, pero cuando se destruyó el Aquiles Serdán para dar paso a la plazuela Hidalgo, se levantó el actual mercado y se cortaron todas las calles, menos Santos Degollado, hacia abajo donde hoy es un estacionamiento(Juventino Rosas y Ocampo, estaba la casa de El Conde de Retana, de lo que sólo quedó el arbolote, y ahí casi enfrente aún se puede admirar la casa Chambón, toda de ladrillos rojos…

Subiendo hacia Alvaro Obregón, a la vuelta llendo al jardín, la casa del Dr. González, la cual era réplica de otra del siglo antepasado, y años después funcionó ahí el hospital del ISSSTE, hoy tristemente es estacionamiento de El Remate, también estaba un cuartel militar, donde se asegura que se apresaban y fusilaba a los rebeldes Cristeros, pero terminada esa guerra, el predio sirvió para que ahí se edificara el teatro Benito Juárez 2 veces y actualmente es el flamante teatro de la ciudad, luego en la esquina de Obregón e Hidalgo está la finca donde funciona la casa de la cultura y enfrente todavía existe la casona de los Munguía, ricos hacendados del siglo antepasado, tiene 3 patios centrales diferentes y en uno de sus locales estuvo muchos años la refresquería donde se vendían las famosas cebadinas, las que todo paseante al jardín tenía que disfrutar, lo mismo afuera del Convento, la fruta de horno, unos panecillos horneados en olla de barro…

Caminando por Galeana entre las viejas construcciones se llega a la esquina con Pípila donde está al templo de Santiaguito, que casi a mediados del siglo antepasado se levantó como una capilla y para 1900 ya era templo con su claustro, siendo éste usado para la enseñanza adaptado para varios colegios y academias, actualmente enfrente hay una plazoleta pequeña con el mismo nombre de Santiaguito. Fin.

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