Irapuato, Guanajuato.- El 13 de mayo de 2022, Juan David Martínez Bedolla, un niño de 11 años, fue sustraído de su hogar por su padrastro, Miguel Ángel, entonces elemento activo de la Policía Municipal de Irapuato. Desde esa madrugada, no se ha vuelto a saber nada del menor.
Las investigaciones revelaron que Miguel Ángel ejercía violencia sistemática contra el niño. Testimonios de vecinos y familiares indican que el padrastro lo golpeaba, lo lesionaba con objetos y, en lugar de llevarlo al médico, él mismo cosía las heridas. Además, evitaba que Juan David asistiera a la escuela para ocultar los signos de maltrato.
A pesar de múltiples denuncias previas ante el DIF Municipal y la Secretaría de Seguridad Ciudadana, las autoridades no intervinieron oportunamente. La Procuraduría de los Derechos Humanos del Estado de Guanajuato (Prodheg) concluyó que ambas instancias actuaron con negligencia, ignorando reportes evidentes de violencia familiar.
En noviembre de 2023, Miguel Ángel fue sentenciado a 51 años de prisión por desaparición cometida por particulares y violencia familiar. No obstante, durante el juicio se negó a declarar el paradero del menor.
La Fiscalía General del Estado y la Comisión Estatal de Búsqueda han sido señaladas por colectivos ciudadanos y familiares del niño debido a la falta de acciones contundentes para localizarlo. Aunque existe una orden judicial para continuar la búsqueda, los esfuerzos han sido mínimos.
A tres años de su desaparición, Juan David sigue sin ser localizado. Su caso ha dejado en evidencia fallas graves en la protección institucional de los derechos de la infancia en Irapuato.
