Roberto, originario de Tampico, Tamaulipas, de 28 años, y trabajador de Pemex, es discriminado por sus compañeros “machistas” por ser gay.
Sus compañeros “machistas”, son hombres cobardes y reprimidos que envidian sus habilidades y puesto de trabajo, pues dice, no toleran que un gay trabaje mejor que ellos y obtenga puestos más altos.
Roberto dice que no denuncia porque realmente no le hacen nada a ese tipo de personas, aunque dice no es dejado y espera que algún día uno de ellos le diga las cosas de frente.
Soportando todo tipo de discriminaciones por su preferencia sexual, Roberto dice que la mayoría de ellos, son hombres reprimidos que de hecho, le han realizado propuestas sexuales en los vestidores de Pemex.
“Me dicen pinche puto pendejo, me han abierto y robado todo lo que está en mi casillero, incluso orinado, pero lo hacen por puro coraje, porque no toleran que un ‘puto maricón’ como me dicen pueda realizar mejor un trabajo pesado para ‘hombres’ y logre ascender de categoría”.
Pero no solo en su trabajo sufren discriminación los gay, también en el ambiente familiar; Roberto, por ejemplo, no ha hablado abiertamente de su homosexualidad con su familia, pues dice, teme lastimar a su madre, ya que al ser el hijo único “tienen mucha fe en él”.
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