Irapuato, Guanajuato.- Juanito, José o como se llame el interesado se escucha de uno de los encargados en los módulos de servicio del Centro de Gobierno, aunque se supondría que para evitar los “gritos” se construyó un edificio moderno.
En el Centro de Gobierno, todo parece estar en orden, parece un sitio moderno, en el que la eficacia en cada uno de sus procesos es un precedente, inclusive por el tipo de energía usada a través de paneles solares.
Sin embargo, existe un pequeño detalle, aunque a cada persona que va arreglar un asunto especialmente vehicular, le dan un turno para ser llamado en uno de los módulos y hacer el trámite, al momento de regresar, ese turno pasa del papel y la pantalla electrónica, al grito.
Es decir, los encargados de los módulos con su voz, llaman a los usuarios para entregarles placas o documentos que estuvieron revisando, detallando que por la cantidad de personas que hay en ese lugar difícilmente los escuchan.
Otra de las situaciones es que aún y con “tanta modernidad”, los dos espacios de cobro que hay, existe una persona a cargo, cuando se supone que debería ser ágil, eficiente y de uso práctico, pero en este caso pareciera exceso de personal con atribuciones que pudiera hacer una sola persona.
