Los arrimados, pero no invitados: Arroyistas con Osorio Chong

Delegados, senador y diputados aparecen en eventos, cuando su “chamba” es otra

Algunos invitados a la visita que tuvo el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, a Guanajuato, sólo fue para aparecer en la foto, cuando en apariencia deberían estar trabajando por los guanajuatenses
Algunos invitados a la visita que tuvo el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, a Guanajuato, sólo fue para aparecer en la foto, cuando en apariencia deberían estar trabajando por los guanajuatenses

Si no era la intención, lo lograron las viudas del arroyismo, deseosas finalmente de sentir que una sombra las cobije, lejos de su protector, guía y timón.

Consiguieron proyectar su necesidad de sentirse arropadas y arropados, aunque su deseo seguramente era otro: hacer ver que están cerca de las figuras de más peso en el gobierno federal, por eso asistieron al evento al que vino el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, a quien se le ubica como presidenciable.

Hoy más que nunca, después de dos años de enarbolar la misma bandera y de apoyarse en los mismos argumentos,  los sobrevivientes del arroyismo se sienten más huérfanos y desamparados que nunca, luego de que quien los lidera decidiera viajar a Sudamérica para cumplir con su encomienda de Embajador en  Uruguay.

Los dos figuras más fuertes del arroyismo, la diputada federal Yulma Rocha y el senador Miguel Ángel Chico, éste acompañado de su fiel escudero, el legislador federal Ricardo Ramírez Nieto, se veían como niños con juguete nuevo, acompañados de dos personas muy allegados a Francisco Arroyo Vieyra: su hija Erika Arroyo, diputada federal, y Mauricio Arce, el flamante delegado de Próspera.

Se puede decir que él único que faltó fue ni más ni menos que el profesor Alejandro Arias, quien actualmente no desempaña ningún cargo, además de que es impresentable.

Ver las imágenes que difundieron los medios y ellos mismos mueven a esa reflexión, a su necesidad de sentirse arropados, protegidos, a su decisión de proyectarse como cercanos a los poderosos del gobierno federal priista, y a lo que  consiguieron finalmente: que lo que buscan es hacer notar cercanías que no existen, como cuando Manlio Fabio Beltrones arribó a la Presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del tricolor.

Por lo pronto, Arroyo Vieyra, quien recién terminó una carrera legislativa de un cuarto de siglo, apenas el año pasado empezó una diplomática que inició en Uruguay y que seguramente él querrá terminar en Washington.

¿Usted qué opina de este gran columpio?

 

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