Irapuato, Guanajuato.- A 140 años de su inicio, los Tradicionales Barrios se vivirán de una manera distinta este año, sin verbenas populares ni reuniones masivas para cuidar de la salud de las y los irapuatenses, ante la contingencia sanitaria por Covid -19.
Esta tradición fresera, marca el inicio de una serie de celebraciones de fin de año, como las peregrinaciones a la Virgen de Guadalupe, que dieron origen a estos festejos, y se suspenderán para proteger a la población.
Gracias a su popularidad, este evento se extendió a todos los barrios y colonias del municipio, además de ser un motivo de convivencia familiar.
De acuerdo a datos encontrados en el Archivo Histórico Municipal, esta celebración inició en 1880 por iniciativa del presbítero Juan Nepomuceno García, como preámbulo al 12 de diciembre.
Los festejos comenzaron en los nueve barrios de la ciudad, los más antiguos, en los que, además de un rosario y una ceremonia litúrgica, los ciudadanos ofrecían una cena para los asistentes, quienes podían ser conocidos de la familia o no, de ahí el famoso dicho “A los barrios no se invita, se llega” que, hasta la fecha, se conserva.
Poco a poco, esta fiesta se extendió a las colonias aledañas a la Calzada de Guadalupe, hasta celebrarse en toda la ciudad, durante cerca de un mes.
Originalmente, las calles se adornaban de papel picado y se colocaban altares a la Virgen, para quien se cantaban Las Mañanitas, como muestra de agradecimiento por los favores concedidos durante el año.
El ponche, tostadas, pozole y otros antojitos, forman parte del menú que, año con año se ofrece a familiares y amigos. En las principales calles se colocaban juegos mecánicos, puestos de comida y juegos de suerte.
Este año, con motivo de la pandemia por coronavirus, la celebración deberá cambiar porque, a los Barrios, al virus no se le invita, llega.
