Lagos de Moreno, Jalisco.- En el corazón de Lagos de Moreno, Jalisco, entre pasillos de tumbas centenarias, el Panteón de la Soledad guarda un secreto que pocos viajeros conocen: un museo subterráneo de momias que sorprende por su excepcional estado de conservación y la intimidad que transmiten sus ataúdes.
A diferencia de otros museos de momias en México, las figuras aquí expuestas no fueron encontradas por azar ni exhibidas sin permiso, sino que sus propias familias participaron en el ritual de vestirlas tras la exhumación. Esta práctica refleja la profunda relación que durante siglos las comunidades de Jalisco han tenido con la muerte.
El museo alberga varias figuras icónicas, pero dos llaman la atención de inmediato: una mujer ataviada como la Virgen de Guadalupe, cuyo rostro sereno y manos entrelazadas parecen una oración detenida en el tiempo; y un hombre vestido de vaquero, con sombrero de palma, huaraches, mezclilla y camisa, como si estuviera listo para volver al rancho que un día dejó atrás.
Este pequeño recinto no es una atracción comercial masiva. Muchos visitantes llegan solo por recomendación de boca en boca o guiados por sepultureros que custodian la entrada y narran leyendas locales. No hay taquilla oficial ni publicidad, pero quienes bajan sus escalones de piedra sienten el peso de la historia, la fe y la memoria familiar.
Según cronistas de Lagos de Moreno, varias de estas momias se conservaron gracias a las condiciones secas y salinas del subsuelo, sumadas a prácticas de enterramiento en nichos que permitieron una momificación natural. A lo largo de los años, algunos cuerpos fueron vestidos con ropas de la época, símbolos religiosos y atuendos cotidianos, como un acto de respeto y devoción.
Más que un museo, el Panteón de la Soledad es un santuario vivo de relatos. Cada cuerpo expuesto guarda nombres y apellidos que aún se pronuncian en voz baja. Aquí, la muerte no significa olvido, sino memoria compartida entre generaciones.
Aunque no cuenta con la promoción turística del célebre Museo de las Momias de Guanajuato, este recinto se mantiene gracias a la comunidad que cuida y protege estas figuras, orgullosa de su historia y dispuesta a compartirla solo con quienes demuestran respeto.
Si visitas
El acceso no siempre está abierto: suele depender de la autorización del cuidador o de visitas guiadas especiales, generalmente durante festividades como el Día de Muertos. Se recomienda ir acompañado de un guía local para conocer la historia real de cada momia y evitar confundir leyenda con rumor. No hay horarios ni boletos oficiales, pues se trata de un espacio semiprivado.
En Lagos de Moreno, la muerte se viste de Virgen y de vaquero. Bajo la tierra, el tiempo se detiene para recordar que quien es amado, jamás se olvida.
