Manuel Doblado, Guanajuato.- María de Lourdes Camarena Razo de 40 años, técnica en gastronomía, nacida en Manuel Doblado y criada en la comunidad de Frías, es la segunda en la familia de 7 hermanos, sus padres, Juan Camarena Ramírez y Serafina Razo Córdoba criaron a una de las mujeres que ha enaltecido el nombre Manuel Doblado en algunos rincones del mundo, llevando el sabor de su cocina tradicional guanajuatense.
Lourdes lleva 19 años de casada con Ranulfo Ruiz, hombre amoroso y comprometido y es madre de dos maravillosos hijos; Tadeo de 18 años y Juan de 14, Lourdes se considera una buena amiga de sus hijos y está feliz de su pequeña gran familia que ha formado.
Desde muy niña, la doblabense disfrutaba ver a su abuela cocinar y siempre estaba expectante de todos los movimientos que ella hacía para poder aprender más de la cocina.
La película que más disfruta Lourdes es “La reina del desierto”, un filme que se ha convertido en uno de sus favoritos; “La razón por la que me gusta esa película, es porque vi a una mujer que a pesar de las adversidades salió airosa y triunfadora, ella tumba todos los obstáculos y la respetan y dije, esta mujer es de las mías”, mencionó.
Lamentablemente, Lourdes perdió a su madre a los 8 años, en ese momento, ella y su abuelita fueron su fuente de motivación para salir adelante; “Perder a mi mama, fue dolorosísimo, yo la buscaba y no la encontraba hasta que mi abuelita me dijo que se fue al cielo y en mi inocencia pues yo le hablaba al cielo todos los días”, dijo.
Su actividad favorita es montar a caballo ya que desde pequeña a ella y a sus hermanos su padre los enseño a montar; descubrir nuevos productos con lo que puede innovar en la cocina también se suma a una de sus actividades favoritas, así como ir a caminar en los cerros.
Por otro lado, esta mujer guerrera ha tenido que sortear algunos obstáculos dentro de la industria de la cocina, como por ejemplo; “Una vez me gane un viaje a España, por un concurso de cocina en donde salí ganadora, pero no me pude ir a mi viaje porque no cubría con el tradicional estereotipo de una mujer indígena mexicana, por mi altura y mi color de piel, ellos buscaban a alguien que cumpliera con los estándares y no me dieron ningún premio, me sentí muy triste y por primera vez me sentí rechazada y pensé, a lo mejor no me tocaba, pero yo les decía a mis amigas, yo me gane un viaje, ¿Porque me lo quitaron?”, externó.
Los mayores logros de Lourdes son todos lo que ha cumplido en la cocina, ya que desde que entro a este ámbito todo ha sido un sueño para ella, ya que ha cocinado con Chefs estrellas Michelin y de otras partes del mundo y gracias a todo esto ha conocido a personas maravillosas.
La mejor experiencia que la dobladense recuerda es todo lo que ha compartido con un chef que es muy especial para ella, llamado Ricardo Muñoz Zurita, desde que se conocieron se hicieron muy compadres, ambos se ayudan y han aprendido mutuamente.
Para Lourdes, es muy triste ver cuando hacen menos a sus amigas cocineras tradicionales, porque ellas no saben emplatar, situación que le parte el corazón en mil pedazos al ver que las hacen menos.
Cabe destacar que a Lourdes no le gustan los concursos, “En una ocasión me preguntaron que, si participaría en ‘Master Chef’, y dije que no, no me gusta que les griten a las personas, no me gusta que las denigren y conozco a Betty y a Herrera, excelentes personas, pero no toleraría un grito”, explicó.
Para esta valiente mujer, el quedarse sola es uno de sus peores miedos, Lourdes es una mujer muy sensible y amorosa.
Por otro lado, una de las más grandes metas a cumplir de Lourdes es darle un poco a los que menos tienen; “Una de mis metas es ir a África, a darle de comer a los niños, quiero dejarles un pedacito de México en África” dijo con una gran sonrisa.
“Soy una mujer muy soñadora y para mí no existe la frase, ‘no se puede’, todo se puede en esta vida, yo te hago muchos planes y digo ‘tú sabes papá Dios, tu sabes’ y si no los puedo lograr, intente”, concluyó.
La guanajuatense tiene un restaurante llamado “La casa de mamá”, una joya gastronómica donde recibe a todos sus clientes como sus hijos y les comparte un poco de su sabor en cada platillo.
