Pénjamo, Guanajuato.- Las reliquias, son ya una tradición de muchos años en el municipio de Pénjamo. Dicha costumbre se lleva a cabo el 24 de diciembre, tras el “arrullar” al niño Dios. Pues vecinos de cada colonia va casa por casa a “visitar” a los niños para darles un beso y después de ello se les otorga una “reliquia” que son dulces o galletas de animalitos.
“La gente después de arrullar al niño deja la puerta abierta de las casas para que la gente vaya a besar al niño y se les da una reliquia, se les dan dulces y en muchas ocasiones en las que la gente solo compra costales de galletas de animalito y te dan por puños de galletas revuelto con colaciones y en otros lados nada más te dan una sola paleta o dos o tres dulcecitos y esa es la reliquia, el dulce que te dan por besar al niño Dios”, comentó Alicia Negrete, penjamense que sigue dicha tradición.
Dicha tradición trae consigo un ambiente de convivencia en cada una de las colonias del municipio de Pénjamo.
“Son las 12 de la noche la 1 y haz de cuenta que es el medio día, porque está el montón de gente en la calle sentados u otros dando al niño Dios a besar y otros dando la reliquia y los demás de la casa están afuera con fogatas, música y conviviendo con la gente, todo el mundo alegre ese día el 24”, externó Alicia.
A pesar de ser una de las tradiciones más bonitas de Pénjamo, esta se ha visto mermada, pues ya no se realiza de la misma manera.
“El año pasado se pidió poca reliquia, no había tanta gente en la calle, pero en algunas partes si había más movimiento que en otros lados, hay quienes no conocen esta tradición, pero es de las pocas que tenemos y no hay que dejarlas perder”, finalizó Alicia Negrete.
